Casi una década después de que estreno “Relatos salvajes”, ese caleidoscopio de situaciones cotidianas que desbordan en violencia hasta límites inesperados, Damián Szifron vuelve a la pantalla grande con otro filme que, inevitablemente, tiene puntos en común con su gran película (candidata al Oscar a mejor producción internacional) y, al mismo tiempo, profundas diferencias.
Hoy llega a las salas de todo el país “Misántropo”, que implica el esperado (y demorado) debut del director argentino en la industria estadounidense. Lo hace con un thriller que promete dejar sin aliento, protagonizado por Shailene Woodley y Ben Mendelsohn. Vuelve a contar con el apoyo del dirección de fotografía Javier Juliá (trabajó con él en “Relatos salvajes” y es el responsable de “Argentina, 1985”, por la cual estuvo nominado en los premios Platino); mientras que para la banda sonora sumó la experiencia de Carter Burwell, el compositor preferido por los hermanos Ethan y Joel Coen. Si bien todo huele a un producto de EEUU, fue rodada mayormente en Canadá por las ventajas y exenciones impositivas que tiene ese país para seguir desarrollando el sector.
En el campo de los contactos argumentales entre las dos películas, la historia de “Misántropo” remite a la violencia desde la primera escena, cuando en la noche de Año Nuevo en Baltimore un francotirador solitario mata a 29 personas desde las alturas de un edificio, sin dejar ninguna pista de sus motivos ni de su identidad. Todo es transmitido en vivo entre los festejos con fuegos artificiales y en las redes sociales de los asistentes. La conducta del criminal refiere directamente al título elegido en español: mispantropo es una persona que huye del trato con otras personas o siente gran aversión hacia ellas.
Entonces, la talentosa y al mismo tiempo problemática policía Eleanor Falco (Woodley), con una carpeta personal con varios asteriscos, es convocada por el FBI para integrar un equipo encargado de atrapar al desconocido homicida. Debe reportar todo al agente Geoffrey Lammark (Mendelsohn), pero nada es sencillo en la relación entre los investigadores de distintos orígenes. Y como en “Relatos...”, la tensión crece en espiral sin elemento extraño o sobrenatural que lo atraviese: todo es posible en el día a día común, con el peligro palpable de poder ser la siguiente víctima (¿o victimario en una sociedad desquiciada?).
Más allá de que sea una trama con principio y fin tradicional (no por episodios como su película anterior), lo inesperado se repite, con una historia que se complejiza a partir de los personajes,, sus secretos y sus propios cambios.
Y en el aspecto de las diferencias, Szifron reconoció en declaraciones a la prensa que sintió en carne propia el rigor de la maquinaria norteamericana. Una de sus referencias más dolidas fue haber perdido discusiones que le parecían importantes (como reconoció en el canal TN), como el nombre del filme en inglés: en ese mercado se llama “To Catch a Killer” (“Para atrapar a un asesino”), mucho más previsible y lineal que la opción en castellano.
Que quede claro que para los estudios de Hollywood llegar con prestigio y grandes antecedentes no significa tener poder de decisión, por más Szifron que se llame el director y que haya sido buscado sin necesidad de golpear puertas. “Fue una película que presentó niveles de adversidad desconocidos para mí, psicológica, física, presupuestaria, con una temática que resultaba muy urticante, muy incómoda, particularmente en los Estados Unidos por toda la cantidad de asesinatos en masa que se producen, y todo con una mirada extranjera”, le dijo a Página 12.
Las primeras imágenes de “Misántropo” comenzaron a llegar a la cabeza del director en 2010, esperando su maduración. El guión final lo escribió junto al británico Jonathan Wakeham, aunque previsiblemente con el chequeo constante de la productora FilmNation Entertainment, que sólo habilitó seis semanas de filmación (una carrera contra reloj para la industria) y en medio de la pandemia de covid, que consumió un tercio del presupuesto asignado. “Debo decir que la pasé mal, fue muy difícil”, admitió Szifron.
Todo indica, incluso, que esa etapa extranjera fue cerrada por el realizador, lo que no significa que se desvincule del todo. Su cabeza -admitió- está puesta en “Los simuladores”, la llegada a la pantalla grande de la famosa serie de televisión de principios de siglo, con los mismos personajes tramposos y simpáticos (interpretados por Diego Peretti, Federico D’Elía, Martín Seefeld y Alejandro Fiore). Se espera que el filme llegue en 2024, como uno de los grandes títulos del año, financiada por la plataforma de streaming Paramount+.
Mientras tanto, admitió la posibilidad de una segunda parte de sus “Relatos...”, pero rompiendo fronteras: “Planeta salvaje” suena como nombre alternativo, sin confirmación ni fecha. En los dos casos, son marcas atractivas que tienen público asegurado.
“En la Argentina se pueden generar cosas muy interesantes, hay mucho para hacer cuando afuera se producen películas muy repetitivas, pensadas desde la lógica corporativa y el marketing, casi sin contenido original. Desde acá se puede volver a apostar en la novedad, que es lo que me enamoró del cine”, afirmó Szifron en TN, amor declarado que se mantiene en el tiempo con talento.
Espacio Incaa: un thriller argentino
Manuel vuelve a su lugar de nacimiento con la intención de prepararse para entrar al conservatorio de música. Ahí empieza una relación con Sibila, la hija de un poderoso latifundista del lugar, pero su familia empieza a perder todo lo logrado en muchos años de intenso trabajo, al mezclarse en la desigual relación de poder entre unos y otros temas sociales, políticos y económicos. Entonces él pone en juego su deseo por la música, su amor prohibido y participa de una carrera de motos, con los peligros que implica para sus manos como pianista. Esta es la trama del thriller argentino “Un bosque en silencio”, de Alex Tossenberger, que se verá entre hoy y el sábado, a las 20, en el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor del Ente Cultural de Tucumán (San Martín 251). La película fue rodada en Tierra del Fuego y cuenta con un elenco conformado por Iñaki Aldao, Antonella Ferrari, Lorena Vega, Carlos Kaspar, Víctor Laplace y Andrea Bonelli.
Memoria trans: proyectan la serie en un ciclo en el PJ
Desde las 20, continuará el ciclo La Peli de los Jueves en la sede del Partido Justicialista (Virgen de la Merced 157), con una feria de artesanos y comida y lectura de poesías de Simona y Fabricio Jiménez Osorio (de la editorial La Cascotiada LGTB) en el patio para luego pasar a la sala Miguel Ángel Estrella para la música en vivo con Giula a las 21 y la proyección del videoclip “Vueltas” de Isaías Salvatierra y Maze.2k, dirigido por Solana Carlevaris y del cortometraje “Del otro lado del mar”, realizado por Sofía Diambra. El cierre será con capítulos de la serie “Archivo de la memoria trans”, dirigida por Mariana Bomba y Agustina Comedi, un relevamiento que busca proteger, construir y reivindicar la historia de ese colectivo argentino a través de fotos, videos y recortes de diarios. El trabajo recopiló unas 6.000 piezas que van desde el inicio del siglo XX hasta la década de los 90 y sigue recibiendo donaciones de material.