Es martes por la mañana en Lules y en las escuelas no hay alumnos; por el paro docente, después de las 10 los chicos dejaron las instituciones. Muchos de ellos se llegaron hasta la plaza principal para pasar el rato. Ahí, obviamente, el tema de conversación para muchos grupos es el mismo: el caso del estudiante de la Escuela Técnica N° 1, que habría sido ahorcado por un docente la semana pasada. “Ya era hora de que lo saquen al profesor”; “dicen que ha hecho llorar a muchos”; “hay chicos que están a favor de él”, son algunos de los comentarios que se escuchan de boca de los adolescentes. Es que en la tierra de la frutilla ya todos saben lo que ha pasado.
“El profesor le hizo una llave a mi compañero, lo agarró del cogote, le puso su cabeza entre sus brazos y le empezó a apretar. Mi compañero le dijo que lo soltara, estaban forcejeando. El profesor le dijo ‘¡seguí moviéndote y te va a apretar más fuerte!’. Al apretarlo con tanta fuerza, hizo que mi compañero perdiera la respiración y comenzara a convulsionar”, relató en un audio una de las alumnas de la institución. El hecho tomó estado público en las últimas horas, con la viralización del mensaje de voz, pero sucedió el miércoles. El alumno en cuestión es E. J. G, de 17 años y estudiante del sexto año de la escuela; no fue hasta el jueves que se lo hizo saber a su familia. Ese mismo día realizaron la denuncia penal y, con el pasar de las horas, el docente fue apartado de su cargo.
Y probablemente no vuelva a enseñar. “Lo que se hace en estos casos es actuar de acuerdo al protocolo -explicó en conferencia de prensa ayer el ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer-. Lo que se hace es apartar al docente del cargo e iniciar una investigación, que va a arrojar resultados, y en función de ellos se procede”. “Se nos obliga a proteger al menor y se reubica al profesor en otro lugar, donde no tenga ningún contacto con estudiantes; habrá que esperar la investigación, pero no volvería a las aulas”, agregó en diálogo con LA GACETA Verónica Flores, directora de Asistencia Técnica del Ministerio de Educación.
Respuesta y acciones legales
Luego de acontecido el hecho, los padres del alumno se quejaron en la institución y dejaron asentado un descargo, en el que explican que el alumno sí insultó al docente, mientras este estaba ahorcándolo; afirmaron que había otro docente en el aula y no hizo nada, y aseguraron que el discurso de los padres coincide con el de todos los compañeros del estudiante. Además, informaron que E. J. no quiere volver a asistir al establecimiento.
“Creo que no había necesidad de hacerlo; no debería recurrir a la violencia. Lo que pasa es que dicen que el profesor tenía confianza con los hermanos de E. Entonces, creyó que podía hacerle algo así. Él no es un chico de problemas, ni irrespuestoso, ni desubicado”, contó a LA GACETA Carla, quien se identificó como gran amiga del alumno presuntamente agredido. “Hay chicas que ya han egresado que dicen que sí se había desubicado en clases, que es de decir malas palabras”, comentó. Son rumores, pero que se repiten entre los adolescentes.
Mientras la polémica crece, el acusado salió a responder en las redes. Luis Néstor Véliz, docente de Química, se defendió. “Todo lo sucedido el día miércoles [...] es totalmente falso. Están inventando y generando todo un problema por tantas acusaciones y mentiras hacia mi persona. En ningún momento hice o quise hacer daño a nadie; sólo intervine ante una situación entre dos alumnos que creí que estaban peleando”. Se definió como un profesor “recto, que da y pide respeto, que enseña a sus alumnos a que cumplan con su estudio y con las reglas de la institución” y advirtió que va a defenderse. “Todo esto ya está en manos de mi abogado, quien iniciará las acciones legales que correspondan a quienes intentaron agredirme físicamente, filmaron videos, me insultaron verbalmente e hicieron todas esas publicaciones. Todo se aclarará, porque no puedo permitir este abuso, esta difamación y esta persecución”, finalizó.
Además, en paralelo se está avanzando sobre la denuncia policial realizada por los padres del alumno, en la que acusan al profesor “de intento de homicidio y al personal directivo por abandono de persona”. La acusación ya está en manos de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos, que ya ha empezado las averiguaciones; ayer la comisaría de Lules, con firma del comisario Fernando Toledo, elevó un informe sobre la causa: indicaron que se contactaron con la directora del establecimiento, María de los Ángeles Mesurado, y que ella relató su versión de lo sucedido: que el docente “actuó en el momento en que el alumno (E. J.) estaba peleando con otro alumno”; que Véliz “nunca llegó a ahorcarlo y que el mismo alumno (E. J.) tiene problemas de conducta. Con respecto al profesor Véliz, que es un excelente profesional”.
Según confirmó a LA GACETA J. G., el padre denunciante, su hijo todavía no ha sido citado por las autoridades. Por esa razón -y con el objetivo de no entorpecer la investigación, explicó- no dará entrevistas hasta tanto la causa avance. Mientras tanto, y a fin de conocer la opinión de la escuela, este medio intentó contactarse por teléfono con la directora de la institución, pero ella sólo atinó a decir que no puede dar declaraciones y cortó la llamada.
Hecho sin precedentes
Y mientras el acusado planea su defensa, en paralelo, entonces, corren dos investigaciones más: la penal y la institucional en el Ministerio de Educación. “Se llama a las partes y las áreas jurídicas y de disciplina convocan a reuniones para reconstruir todos los hechos y ver qué sanción se le pone al docente. El área jurídica tiene mucha relación con la Fiscalía, entonces muchas medidas de las que se toman en estos casos van en consonancia con la denuncia penal”, indicó Flores.
En estos casos, como explicaron los funcionarios, existen protocolos, pero no hay antecedentes en los que hayan sido usados, aseguró Flores. “Registro similar de un hecho así no existe; de hecho nos sorprendió a todos y nos preocupó. Tampoco hay denuncias previas al docente -explicó la funcionaria-; y el hecho no se justifica, para nada. Se trata de un adulto responsable que tiene que velar por el bienestar del estudiante; hay rumores de que el chico era inquieto, pero no importa, él es el adulto responsable. Entonces, es muy importante que los estudiantes sepan que estas situaciones no son ni deben ser normales, y tienen total derecho a contar lo que les pasó. La escuela tiene que ser un lugar donde todos se sientan contenidos y todos sean escuchados; ante una situación así, la víctima o los mismos compañeros deben notificar al director o a un supervisor directamente, para que los equipos de orientación del Ministerio puedan intervenir”.