02 Mayo 2023
“El amor después del amor”, la serie de Netflix que retrata gran parte de la vida de Fito Páez, mostró diversas curiosidades sobre la historia del rosarino. Uno de esos pasajes se centra en la tragedia vivida por el cantante hace casi 37 años, cuando el de noviembre de 1986 su abuela, su tía y la mujer que trabajaba en la casa familiar de Balcarce al 600 de su ciudad natal, fueron asesinadas por Walter Di Giusti, un joven que iba al mismo colegio de Páez.
En ese momento, Fito estaba tocando junto a Charly García en Río de Janeiro, era pareja de Fabiana Cantilo, había sacado dos discos de solistas y su carrera estaba en pleno auge. Al enfrentar el terrible duelo, excepto por su tía Charito, quien sería clave en su vida, todos familiares habían muerto.
Este fue el inicio de su descenso a la depresión, donde el consumo de pastillas para dormir era frecuente junto al abuso del alcohol y la cocaína. Esta etapa se exteriorizó con el disco “Ciudad de pobres corazones”, donde la canción homónima es la que habla del asesinato, ciertamente uno de los temas más potentes y violentos de la carrera de Fito.
¿Cómo fue el crimen de la “Ciudad de pobres corazones”?
Un mes después del crimen, Di Giusti ingresó como efectivo de la Policía de Pueblo Esther, que se sitúa a 15 kilómetros al sur de Rosario. Antes había ido a la misma escuela que Fito y tocaba el bajo en una banda de heavy metal.
Sin embargo, comenzó a ser protagonista de crímenes macabros a sus 23 años. En ese momento y acompañado de su hermano menor, Carlos Manuel De Giusti, de 18 años de edad, ingresaron a una vivienda y asesinaron a dos mujeres: Ángela Cristofanetti de Barroso, de 86 años ,y a su hija adoptiva Noemí, de 31.
Una semana más tarde de ese crimen, ingresaron a la casa de los Páez, donde el zaguán recibía con la inscripción de Martín Fierro, "Nadie sabe en qué rincón se oculta el que hoy es tu enemigo".
Los dos criminales balearon y acuchillaron a Delia Zulema Ramírez, abuela paterna de Fito, a Josefa Páez, tía abuela paterna, y a Fermina Godoy, de 33 años, empleada doméstica de la casa.
Di Giusti fue declarado culpable por las cinco muertes y condenado a reclusión perpetua. Recibió un beneficio que redujo su pena a 24 años y se lo otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria por una ceguera que resultó engañosa, ya que años después retornó a la cárcel al ser visto manejando un Fiat 600.
El 19 de mayo de 1998 el gobierno de Santa Fe sacó un decreto exonerando a De Giusti de la policía. El juez Efrain Lurá pudo comprobar que De Giusti no estaba en su casa de Güemes 2130 y había violado las normas del arresto domiciliario.
Finalmente, falleció en un sanatorio de Rosario el 12 de junio de 1998 por complicaciones producto de su condición de enfermo de sida.
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