Por Daniel Alfredo Coronel
02 Mayo 2023
ENCABEZA LA FILA. Beatriz Ardiles (izquierda) es acompañada por su hija Karina Rodríguez. Detrás aparecen sobrinos y nietos de la mamá de Luis Miguel Rodríguez. Estuvieron toda la tarde en el sanatorio. La Gaceta / fotos de Ines Quinteros Orio
El lunes se terminó convirtiendo en un día de buenas noticias en relación a la salud de Luis Miguel Rodríguez, luego del accidente que sufrió el domingo por la mañana cuando regresaba en su camioneta a Simoca, proveniente de Santiago del Estero.
El siniestro ocurrió cerca de la localidad de La Madrid, en el cruce de las rutas 157 y 308, cuando el simoqueño volvía a su casa tras el partido en el que el “ferroviario” derrotó a Instituto en Córdoba, por la Liga Profesional.
“Evolucionó durante la noche, estuvo estable, con los parámetros vitales estables. No hizo fiebre, no requirió oxígeno. Por ahora, vamos bien”, había anticipado Jorge Valdecantos, director del Hospital Padilla cerca del mediodía de ayer, justo antes que “Pulga” fuera trasladado al sanatorio 9 de Julio.
El traslado se realizó a las 14.30 con el acompañamiento de su esposa, Paola Velárdez y su hermano Walter Rodríguez. Una vez que llegó al sanatorio ubicado en 25 de Mayo 372, “Pulguita” quedó internado en el cuarto piso, habitación 464, correspondiente a terapia intensiva.
“Apenas me enteré, me comuniqué con la familia y me vine a acompañarlo. Lo vi bien en relación a lo que decían ayer”, dijo a LA GACETA Enzo Kalinski, compañero de Rodríguez en Central Córdoba.
El mediocampista no dudó en viajar a nuestra provincia, acompañado por su esposa para brindarle apoyo a la familia del simoqueño. “Ahora estoy más tranquilo, estuve todo el día con la familia, viajé pensando en que sólo hablaría con ellos, pero por suerte tuve tiempo de verlo”, dijo el ex Estudiantes.
Y dio algunos detalles de la conversación que mantuvo con el “10” de “CC”. “Él no se acuerda bien lo que pasó, pero me quedé tranquilo porque lo vi bien. El sábado volvimos juntos después del partido con Instituto. Estábamos contentos por el resultado, y quizás lo mejor era que viajara después de descansar bien, pero bueno, son cosas que no esperás que sucedan. En ese momento querés estar con tu familia cuanto antes. Tuvo mala suerte”, respondió Kalinski en relación al viaje que hizo “Pulga” el domingo por la mañana, rumbo a Simoca. “Para nosotros es muy importante su presencia, es un referente. Ahora me voy tranquilo y espero que pronto pueda volver al club”, finalizó el jugador.
APOYO. Longo habla con Beatriz. Atrás aparece Sergio, hermano de “Pulga”.
Durante las últimas horas, el histórico artillero “decano” recibió la visita de muchos ex compañeros y amigos, como por ejemplo: Ricardo Rodríguez (ex técnico de Atlético), César Montiglio y Guillermo Acosta. Otro de los que pasó la tarde del lunes junto al simoqueño fue Sebastián Longo; el ex volante llegó alrededor de las 17.30 y se retiró casi una hora después. “Él no se acuerda de lo que pasó, pero lo vi muy bien. De buen ánimo y me dijo que mañana (por hoy) lo van a operar”, remarcó Longo, uno de los primeros en visitarlo ya en el sanatorio 9 de Julio.
La familia está pendiente de la evolución de “Pulga” constantemente. De hecho, se pudo observar en el ingreso al sanatorio a Sergio, Alan, Lorena, Karina, hermanos de Luis Miguel, acompañando a Beatriz Ardiles (mamá), y también dijeron presente los sobrinos. Todos estuvieron apostados en el acceso sobre calle San Juan 500 y se retiraron cerca de las 19. “Esta bien, está en terapia intensiva, algunos médicos que lo atendieron en el hospital lo seguirán viendo aquí. Los médicos darán el parte médico mañana, pidieron que no hable la familia”, confirmó Sergio Rodríguez, uno de los hermanos más chicos de “Pulga”.
GESTO. Bianchi y su esposa llegan al sanatorio. El domingo visitaron el hospital.
Su mamá “Bety” se mostró tranquila, agradeció las muestras de cariño que recibió tras el accidente de su hijo, aunque prefirió no brindar declaraciones. Solamente señaló que su hijo está “evolucionando” y espera que pronto pase esta “pesadilla”.
Después de estar poco más de 24 horas en vigilia, sus hijos y nietos la convencieron que se fuera a descansar, por lo que alrededor de las 19.30 ya se encontraba en ruta, rumbo a Simoca, pero con la promesa de mañana a primera hora regresar al sanatorio, esperando que el martes también esté repleto de buenas noticias. Que así sea.
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