Cuando Romina Uhrig ingresó a la casa de Gran Hermano, lo hizo con la intención de poder llegar a comprarse una casa donde vivir junto a sus tres pequeñas hijas. Sin embargo, en las últimas horas dieron a conocer la imponente mansión que le había dejado su ex pareja, Walter Festa, en un barrio privado de Pinamar.
Ubicada en Villarobles, a 19 kilómetros al norte de Pinamar, la casa de Romina tiene un increíble decorado minimalista y destaca el impoluto blanco que se eligió como principal color del hogar.
Cómo es la casa de Romina Uhrig
Los vecinos de la exhermanita aseguran que vieron hasta un helicóptero en la casa. Lo cierto es que, al menos, se vieron motos de agua en el ingreso a la propiedad. Con un balcón que da al verde exterior, la mansión cuenta con salida exclusiva a un pequeño río donde Uhrig se reúne con sus seres queridos.
El ingreso a la casa cuenta con una enorme puerta de madera que da al recibidor. Allí un gran espejo redondo da la sensación de ampliar los espacios. La sala de estar es extensa y luminosa con ventanales vidriados que dan al espacio verde.
En la decoración destaca el blanco: muebles blancos, paredes blancas, suelos blancos. También hay accesorios en colores neutros como gris, crema o madera. Además de la hermosa vista al río y los árboles del patio –que tiene un pequeño muelle–, la casa tiene una chimenea en una de las paredes que va en consonancia con lo rústico del entorno.
La increíble cocina de Romina Uhrig
En la casa de Gran Hermano, la cocina fue el espacio del que se apropió totalmente Romina. Cocinando para la cantidad de personas que fuera necesario, fue ese el espacio que la participante escogió para plantar su bandera, de modo que Romina se convirtió en “la mamá” de la edición 2022 del programa.
En Villarobles, la cocina es igualmente espaciosa e imponente. Tiene un estilo moderno y práctico con una isla central que hace las veces de mesa, desayunador y escritorio. Los muebles, por su parte, alternan el blanco brillante con el acero inoxidable para algunos detalles.