“Nadie daba nada por nosotros y eso nos motivó, demostramos que estamos bien”, sostiene Marcelo Ortiz, una palabra autorizada si se habla de perseverancia.
El caso de Ortiz en Atlético es llamativo. Llegó en silencio desde Rosario Central, seis meses después de ser campeón de la Copa Argentina con el “canalla”, y si bien fue anunciado como marcador central, en el equipo de Ricardo Zielinski siempre jugó de lateral. Claro, en ese momento, la dupla formada por Bruno Bianchi y Jonathan Cabral era una garantía.
Luego de salida de Zielinski siguió siendo titular con Omar De Felippe, con Pablo Guiñazú y con Juan Manuel Azconzábal. Salvo suspensiones o alguna que otra molestia física el correntino siempre estuvo en el equipo. En el ciclo de Lucas Pusineri empezó siendo una fija, aunque sólo jugó hasta el debut contra Colón en la pasada Liga Profesional.
Después de ese partido Ortiz estuvo “borrado” del mapa deportivo. Primero a causa de una lesión, que lo obligó a pasar por el quirófano debido a una sinovitis inflamatoria en la rodilla. Y cuando estaba listo para volver sufrió un cuadro hepático que lo sacó de los entrenamientos durante varias semanas, perdiendo así mucho terreno en la consideración del cuerpo técnico.
“Fueron varios inconvenientes, además de lo de la rodilla que me costó mucho tratar y no le encontraba solución. Después vino el problema de salud. Tuve muchas recaídas, no daba con un buen tratamiento, pero siempre confié en que la situación iba a mejorar”, enfatiza el defensor, relamiéndose tras una semana de lo más satisfactoria.
Su vuelta a las canchas fue complicada y hasta debió jugar algunos partidos en Reserva para sumar rodaje después de 10 meses de ausencia, pero el regreso fue más que positivo. “Mi mujer (Lourdes Fernández) y mi hija Alma fueron las que me contuvieron siempre cuando no encontraba solución y en lo mental se hacía muy difícil”, reconoció.
Tras 41 partidos (muchas veces ni siquiera convocado), ante Estudiantes -por la fecha 11- fue titular. Ahora lleva cuatro juegos completando los 90 minutos y hasta se dio el gusto de anotar un gol. Contra River volvió a ser importante en el sector defensivo con varias intervenciones claves para evitar ataques peligrosos del “millonario”.
“Estoy contento por volver a jugar, por tener varios partidos consecutivos. En cuanto al rendimiento me siento conforme, porque jugamos contra grandes rivales. Estamos necesitados y teníamos que ratificar lo que veníamos haciendo”, explicó el correntino mientras disfrutaba con su familia el primero de los dos días de descanso que tendrá el plantel (volverán a la actividad mañana).
La semana positiva desde lo estadístico y lo futbolistico quedará en la historia. Belgrano, en Córdoba, es el nuevo objetivo para este equipo que viene creciendo. “Es un rival directo y juegan bien, nosotros debemos seguir enfocados en lo nuestro para continuar por este camino que empezamos a transitar hace algunas fechas”, indicó Ortiz.
El ánimo para encarar lo que se viene parece el mejor. El “decano” le sacó seis puntos a Unión (último en la tabla general) y en los promedios se mantiene a siete de Platense, que estaría perdiendo la categoría por esa vía. “Después de tres partidos muy buenos ya podemos decir que estamos afianzados, nos falta la definición para que sea completo. Apuntamos a jugar como contra Racing”, advierte Ortiz, que después del “temporal” parece haber recuperado su mejor nivel.