Se intensifica el conflicto de los autoconvocados de la salud

Se intensifica el conflicto de los autoconvocados de la salud

Hoy se cumplen 14 años de la aparición de este movimiento en el sistema sanitario, en un contexto en el que los reclamos resurgieron con fuerza.

DEBATE TRUNCO. Las negociaciones entre el Gobierno y Sitas parecen estar lejos de llegar a buen puerto. DEBATE TRUNCO. Las negociaciones entre el Gobierno y Sitas parecen estar lejos de llegar a buen puerto.
30 Abril 2023

El 30 de abril de 2009, una solicitada publicada en LA GACETA alertaba sobre el inicio de un conflicto que marcaría la gestión del entonces gobernador José Alperovich. “Este primero de mayo los Profesionales de la Salud no tenemos qué festejar”, era el título de la publicación que un puñado de médicos había decidido difundir para exteriorizar la situación que padecían en los hospitales tucumanos. Al cumplirse 14 años de aquella semilla, el reclamo de los trabajadores autoconvocados de la salud está tan vigente como en aquel entonces.

“En esos primeros meses éramos médicos, algunos bioquímicos y odontólogos y trabajadores sociales los impulsores. También mis denominados autoconvocados del sur. Fue en mi hospital, el Regional de Concepción, el origen de las reuniones y pronto se sumaron los del sur. El Círculo Médico del Sur que nos ayudó bastante en los inicios”, recuerda Adriana Bueno, una de las promotoras históricas del movimiento de trabajadores autoconvocados de la salud.

Desde aquel año de protestas, de carpa blanca en la plaza Independencia y de enfrentamientos con el Gobierno pasaron muchas etapas en este incipiente sector. Primero el ninguneo “oficial” por la falta de personería sindical y otros de reclamos laborales derivados de la pandemia de coronavirus, que devastó los hospitales y centros asistenciales y colapsó a los profesionales y trabajadores de la salud.

“Éramos un puñado y perseveramos hasta conmover a los grandes hospitales. En julio 2008 fallecieron dos enfermeras que eran precarias por gripe A; eso detonó a todo el sistema. Se hicieron ‘vaquitas’ para pagar cajones y sepelio”, relató Bueno.

Ya con el reconocimiento gremial del Ministerio de Trabajo de la Nación otorgado en 2015 y más de 4.000 afiliados, el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud volvió a convertirse en este 2023 en un dolor de cabeza para las autoridades provinciales. De hecho, el 31 de marzo, el Gobierno firmó un acuerdo paritario con gran parte del sector de la salud. En ese grupo quedaron incluidos ATSA, Sumar, AME, UPCN rama salud y ATE rama salud. Sin embargo, el Sitas rechazó el acuerdo, que contemplaba alrededor de un 41% de aumento. Desde entonces, el plan de lucha fue ganando en intensidad.

Durante la semana próxima, a los paros recurrentes y protestas rotativas en los hospitales el gremio sumará nuevas medidas: se manifestará otra vez en la Plaza Independencia el miércoles, donde se instalarán carpas informativas. Y también se prevé una segunda movilización hacia la Legislatura para insistir que se sesione por la aprobación de la modificación de la Ley de Carrera Sanitaria, proyecto que ya tiene dictamen favorable.

Las demandas principales de Sitas son dos: una recomposición salarial, que le permita a los trabajadores de la salud tener un sueldo inicial que supere la canasta básica, la línea de la pobreza, y mejoras en las condiciones laborales. Dentro de este punto, hay varias aristas, como un mejor equipamiento en los hospitales, que denuncian que no tienen los recursos necesarios, y el fin del trabajo precarizado.

Sin acuerdo

Las negociaciones entre el Gobierno y Sitas parecen estar lejos de llegar a buen puerto, a juzgar por el largo período de reclamos y falta de acuerdo con el Gobierno provincial.

“Es una suma de situaciones. La magnitud que el conflicto ha tomado es porque hay un hartazgo, un agobio, un cansancio que ya no tiene límites en el personal de salud en su totalidad”, reflexionó, en diálogo con LA GACETA, Julián Nassif, hoy secretario general de Sitas.

El profesional explicó que este cansancio viene acumulado desde 2020, cuando, durante la pandemia, el personal de salud siguió trabajando de manera presencial, intensivamente, para hacer frente al coronavirus. Luego, en Tucumán, vinieron los casos de neumonía bilateral, dengue, y otras enfermedades más, que no dieron tregua.

“El personal de salud hace lo humanamente posible, y más allá, pero aun así no alcanza”, dijo Nassif, que reveló que en muchas guardias llegan a atenderse entre 500 y 600 consultas diarias, un número muy grande para la cantidad de profesionales de la salud que trabajan en el sector público. Un número que, aclaró Nassif, es cada vez menor. “Hay una deserción de profesionales del sistema de salud, deciden irse porque indudablemente tienen salarios que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza. Hay faltante de profesionales en los diferentes servicios”, subrayó. Y esto, dijo, genera que el sistema público se “mediocrize”, que disminuya la calidad de atención.

La palabra oficial

El gobernador Juan Manzur, consultado por los reclamos de los trabajadores de la salud, minimizó el impacto de la protesta y recordó el acuerdo salarial. “Se arregló con la mayoría de los gremios”, afirmó. Con respecto a Sitas, dijo que “obviamente, vamos a ver si a través del diálogo acercamos posiciones; las puertas siempre están abiertas. Con ellos, habrá que ver cómo seguimos conversando”.

Con anterioridad, el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, había afirmado que Sitas incumplió un acta firmada, donde los profesionales de la salud se comprometían a no adoptar medidas de fuerza que tengan por causa cuestiones vinculadas al salario del personal. Esto sucedió en la previa de las paritarias de febrero, donde, nuevamente, no hubo acuerdo. Medina Ruiz había explicado: “el aumento de bolsillo del trabajador de la Salud ha sido de un 94% desde marzo de 2022 hasta la fecha. Además, se llevó el piso de los niveles asistenciales a $ 200.000 de bolsillo y el de los residentes médicos a $ 250.000 de bolsillo”.

Además, había señalado que Sitas “solicitó un aumento del 78,4% en total, sobre distintas bases de cálculo, lo cual no sigue un ordenamiento ni una lógica”, aclarando que los acuerdos salariales fueron cumplidos de forma correcta. También había minimizado el impacto de los paros, indicando que tuvieron baja adhesión, pero advirtió que “no se puede hacer un paro por tiempo indefinido que afecte a la población. Ellos mismos plantean que hay un déficit de profesionales, y con la medida de fuerza no ayudan”.

El viernes, el vicegobernador Osvaldo Jaldo se refirió al conflicto del sindicato de trabajadores autoconvocados. “No compartimos que no se atienda a la gente en los hospitales. En definitiva, se hace daño a esas personas que van para ser atendidos”, apuntó. E hizo hincapié, como Manzur días atrás, en que el Gobierno había firmado un acuerdo salarial con la mayoría de los gremios de la sanidad. “Los empleados de la mayoría de los gremios están funcionando y trabajando. Respetamos las decisiones, pero no compartimos esos paros eternos”, señaló.

“La única forma de conseguir mejoras para sus representados es venir a la mesa de diálogo, sentarse y poner la cara, y discutir, como lo hacen todos los sindicatos. Ahora, con paro, incomunicados y sin tener contacto con el Gobierno no conseguirá ninguna mejoría para sus representados. No están dialogando, no están conversando y no están acordando”, enfatizó.

(Producción periodística: Joel Katz)

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