“Gobernar. En los libros, ejercicio de planear e implementar políticas públicas. En la práctica, emparchar”.
“Malvinas. Islas del Atlántico Sur que Argentina recuperará el día que su PBI per cápita alcance al de los malvinenses”.
Área Metropolitana de Buenos Aires: Monstruo demográfico que concentra al 35% de los argentinos en el 0,5% del territorio nacional. Está constituido por la Capital Federal más los 24 municipios circundantes que pertenecen a la Provincia de Buenos Aires. Las dos Buenos Aires completas, ciudad y provincia, reúnen el 45% de la población argentina. Sin embargo, ministros provenientes de ambos distritos constituyen regularmente entre el 80% y el 90% del gabinete nacional, siendo hoy el presidente un porteño y la vicepresidenta una bonaerense. Las Buenos Aires monopolizan la conducción y agotan la imaginación de la Argentina. Las buenas gestiones y los liderazgos políticos de las otras veintidós provincias se estrellan contra la concentración demográfica del conurbano y la concentración mediática de la Capital. El AMBA cuarentena al país y esteriliza toda voluntad de reforma.
Andrés Malamud está presentado su “Diccionario arbitrario de política”, un libro en el que el reconocido politólogo y docente universitario intenta mostrar (y mostrarnos) cómo somos los argentinos a partir de acepciones, frases o palabras, pero de una manera descontracturada. Desde Lisboa, donde reside con su familia, Malamud habló con LA GACETA y pintó un panorama complicado de lo que nos está sucediendo, pero también dejó una luz de esperanza. “Hoy Argentina produce todo lo que el mundo está necesitando. Hay que saber aprovecharlo”, dijo. Este fue el diálogo:
- En momentos en los que todos hablan de Inteligencia Universal, vos te ponés a escribir un libro, que además es un diccionario. Vas en contra de lo que está pasando…
- (Risas) Lo primero que tengo que decir es que en realidad lo escribí yo. No usé Inteligencia Artificial. A mi editor, José Natanson, se le ocurrió esta idea, me encargó el trabajo y realmente me divirtió. Es un diccionario irreverente. José me pidió que acumulara cosas que había escrito, o que transcribiera respuestas de entrevistas y fue lo que hice. Actualicé y compilé. Es mitad divulgación y mitad diversión, no es académico. Son 226 vocablos, es arbitrario ya que escribí sobre lo que me gustaba, no quiero aburrir. Muchas de los frases son intentos de explicar Argentina, para los argentinos, pero también para quienes no lo son. Hay lindos dibujos también. Ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras.
- Muchos argentinos nos creemos únicos, y otros nos creen inclasificables…
- Somos como todos los demás, con problemas cuando estamos dentro del país. Pero cuando salimos de Argentina nos portarnos como los demás, si no tiran basura en la calle nosotros tampoco, o pagamos impuestos como los demás. Una particularidad que tenemos es el centralismo, el falso federalismo. Los presidentes y miembros de los gabinetes salen de la capital, excepto con (Néstor) Kirchner y (Carlos) Menen que llevaron el el peso de la antigua Constitución. Hoy ell peronismo tiene asegurado el conurbano bonaerense, y los no peronistas, la Capital. Y es en AMBA donde se deciden los candidatos. Por ejemplo, la coparticipación es fundamental, pero es inconstitucional. Habría que reformularla. La provincia de Buenos Aires está siendo confiscada. Aporta el 36 y le devuelven 22. Está sobrerrepresentada en pobreza, tiene el 45 por ciento de la pobreza argentina. El problema es cómo repartimos la plata. Las 22 provincias del interior no pueden contrapesar a las dos que toman las decisiones. El AMBA, recibe el 35 % de la población, en el 0,5% del territorio. El 99,5 restante está poblado por el otro 65. Es desproporcionado, no se puede así. A la gente no la podemos mudar, hay que mudar instituciones. Y la gente debe entender que hay más Argentina para vivir. No sirve que toda la gente viva en Buenos Aires. La gente va porque le conviene, Hay que hacer que el interior productivo sea seductor para vivir.
- Pero esto que planteás no es nuevo…
- En el pasado la concentración demográfica se compensaba con la fuerza de los gobernadores. Hoy cada uno atiende su juego, y es muy difícil que eso cambie. La región Centro te compra con la participación, con los favores del gobierno que se dice federal. Pero los cuatro líderes del PRO (Mauricio) Macri, (Patricia) Bullrich, (María Eugenia) Vidal y (Horacio) Rodríguez Larreta son todos porteños. Lo mismo pasa en el Frente de Todos. Son todos porteño. El único que no es porteño es (Gerardo) Molares
- ¿El peronismo es el padre de todos los males?
- El peronismo es como el clima, no lo podés cambiar, debés aprender a convivir con él. Si el peronismo es el problema tenés que saber que no podés erradicarlo. Argentina tuvo un modelo de acumulación hasta 1930, éramos agroexportradores, y luego viró a un modelo industrial sustitutivo. En 1975 con el Rodrigazo se termina ese modelo. Desde entonces no tenemos modelo de acumulación, y seguimos como hace 100 años dependiendo de una buena cosecha. ¿Cómo puede ser que un país de 46 millones de personas dependa de la lluvia? Hay que acumular cuando hay vacas gordas para cuando estén flacas. Nos consumimos el stock. También nos pasa que nos consumimos el capital intelectual y ahora estamos educando mal.
- Ya venimos así desde la pandemia, donde se vieron como nunca las diferencias…
- La mayor tragedia de la pandemia fue lo que hicimos con los chicos. En Europa cerraban en forma esporádica las escuelas. En Argentina todo el tiempo. Creamos chicos que se deprimen, desertan, es trágico…
- Muchas veces las palabras del presidente Fernández con respecto a la situación actual generan enojo.
- Es que pone excusas. Macri, la pandemia, la guerra, la sequía. Son excusas. Tenemos más del 100% de inflación y Fernández le echa la culpa a Macri. Yo no voy a defender la gestión de Macri pero si Fernández no puede arreglar esto que se vaya a jugar a las bolitas. En condiciones normales, la incertidumbre política se procesa con estabilidad, hoy la incertidumbre potencia las inestabilidades. Es peligroso no tener a alguien al timón. Hoy no hay presidente firme ni opositor firme. La gente no sabe cómo cuidar lo poco que tiene. El riesgo y la incertidumbre abruman. La diferencia es que en el riesgo vos podés optar. Con la incertidumbre puede pasar cualquier cosa, y no se sabe para dónde agarrar. Argentina te desesperanza. Fallamos más en un mundo que no anda bien. Somos los más malos entre los malos.
- Lo de la desesperanza es tangible…
- Es que es es la primera vez en la historia que los trabajadores con salarios en blanco son pobres y que piensan que la próxima generación va a estar peor que la actual. Nunca había pasado, siempre la expectativa era que la próxima generación iba a estar mejor. La política es un juego de roce y de fricción. Tenés que tener gente que esté en la calle y que te apoye. Eso hoy no pasa. El voto expresa preferencias, marca, te dice cuánto a favor estás de esas preferencias. No es un juego de pool. Es como el fútbol, si no te ponés duro, te tiran. La falta de ejemplaridad es de los políticos porque si los políticos no consiguen resolver los problemas, pero los sufren al igual que el ciudadano, el ciudadano tiene capacidad de comprender y esperar. Pero la percepción es que los políticos no sufren los problemas del común de la gente, que viven en una burbuja de privilegio y la inseguridad y la inflación la sufre la gente de a pie. Eso resulta intolerable.
-¿Ves algo bueno en nuestro futuro? ¿Algo que le podamos decir a nuestros hijos?
- Hay cambios en el mundo, y son a favor nuestro. Hoy las cosas buenas nos pegan de cerca. El mundo necesita energía y alimentos, y Argentina los tiene. Si comenzara a explorar la minería como el litio, o los gasoductos, el mundo está pidiendo esos recursos. Somos el único país en desarrollo del mundo que les vende centrales nucleares a países desarrollados, satélites; tenemos 11 unicornios. Claro que hay esperanza. Si nos organizamos, mejoramos.