En medio de la preocupación por el brote de dengue en Argentina, las autoridades sanitarias insisten en la importancia de identificar los síntomas de la enfermedad. Estos son fiebre alta y dolores corporales, entre otros, además de uno nuevo: problemas gastrointestinales. Pero ¿qué pasa con las personas que son asintomáticas? ¿cuáles son los riesgos?
En la Argentina, la epidemia de dengue ya afectó a más de 56.000 personas, según informó el Ministerio de Salud nacional en su Boletín Epidemiológico. Pero los casos reales de personas afectadas por el virus que se transmite a través de las picaduras de mosquitos serían muchos más, aunque no manifiesten los síntomas.
Se calcula que por cada paciente con síntomas, hay otras tres personas que tuvieron dengue asintomático. Por lo cual, la mayoría no son registrados en el sistema de salud. Esto significa que las infecciones reales por esta enfermedad en Argentina podrían ser muchas más.
También se estima que esas personas con dengue asintomático pueden ser picadas por mosquitos, elevando la posibilidad de un aumento de los casos, ya que estos insectos pueden infectarse con el virus y a su vez transmitirlo a personas sanas.
Dengue: cuáles son los riesgos de ser asintomático
En el caso de los asintomáticos, el médico infectólogo Gustavo Echenique explicó que la Organización Mundial de la Salud emitió un informe el 17 de marzo, donde justamente las proyecciones indicaban que el número de infectados anuales, rondaría los 400 millones, aproximadamente, y 90 millones serían sintomáticos. "Eso quiere decir que hay un porcentaje bastante alto de pacientes que están infectados con el virus que no presentan los síntomas”, detalló.
“Esto hace principalmente, que la situación epidemiológicas sea muy compleja, porque generalmente, los pacientes asintomáticos pueden llegar a ser los motores de los contagios. No así los sintomáticos ya que estos son los que van a estar consultando, pero los asintomáticos, son los que eventualmente pueden transformarse en motores de cualquier epidemia”, enfatizó el especialista.
"Tenemos que combatir al mosquito, así combatir la enfermedad, independientemente de que sea sintomático o asintomático”, finalizó.
Por su parte, Juan Manuel Carballeda, investigador del Conicet en el Laboratorio de Virología Molecular de la Universidad Nacional de Hurlingham, le explicó a Clarín que “los asintomáticos que luego tienen una segunda infección tienen sus matices”.
En este sentido, aseguró, “no es que una segunda infección con dengue implique sí o sí que uno está en problemas. El hecho de reinfectarnos con un segundo serotipo distinto de la primera infección aumenta la posibilidades de desarrollar dengue severo, pero no es taxativo que deba ser así”.