26 Abril 2023
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea. TÉLAM
En un escenario convulsionado por la crisis financiera, las internas partidarias y la campaña electoral, la Iglesia dio un fuerte mensaje. “Vivimos una cultura en la que todos gritan y nadie escucha”, afirmó Monseñor Oscar Ojea (Obiso de San Isidro). El prelado planteó la preocupación en la asamblea plenaria del Episcopado.
Los obispos perciben una sensación de “desánimo y tristeza” en la gente advirtió el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Más de un centenar de obispos de todo el país comenzaron en Pilar las deliberaciones de la asamblea episcopal.
Un clima de tensión y la idea del diálogo
"En este momento, el deseo de los obispos es llevar y tener una voz de esperanza”, se remarcó desde la Iglesia. Al oficiar una misa en el cierre de la segunda jornada de la asamblea, Ojea contrastó el clima de tensión con la disposición al diálogo que muestra el Papa Fransico en el reciente documental Amén.
“Francisco se integra [en el diálogo con los jóvenes] como uno más en la charla -resaltó Ojea-. Esa ronda de conversación manifiesta un catálogo de las realidades de los jóvenes y las jóvenes. Un elenco de problemas, de heridas, de planteos, de inquietudes y de enojos con la Iglesia que encontramos muchas veces en nuestro diálogo con el mundo”, agregó.
"Aprender a escuchar", dijo el religioso
El obispo de San Isidro había advertido el domingo que en la sociedad argentina existe un “clima de violencia muy grande” y que la gente se “pelea por cualquier cosa”. Exhortó, en ese sentido, a “tener una verdadera escucha activa de los demás, que permita salir de los pantanos y aprender a dialogar”. Llamó entonces a “aprender a escuchar”, aunque admitió que se trata de “un ejercicio difícil”.
La asamblea de los obispos se extenderá hasta el viernes. En su mensaje, Ojea instó a los obispos a “ejercitarnos en el arte de escuchar, que es más que oír”.
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