Unos 50 adultos, más otros niños, con sobrepeso, obesidad mórbida e hiperobesidad, son tratados en Alberdi en el marco de un programa integral de pacientes con ese trastorno alimentario. Lo instrumenta el área de Salud Pública del municipio de la intendencia de esa ciudad. La cifra, según se aclaró, es solo una porción de la amplia franja de personas afectadas con ese problema que, según se advirtió, se acentuó durante la reciente pandemia de la Covid19.
Silvia Rossi (59 años) es una de las que cayó severamente víctima de una obesidad mórbida y que está beneficiada por ese programa. La mujer, según confesó, durante la pandemia llegó a pesar 170 kilogramos. “En mi se conjugó un problema hereditario, otro emocional y la situación de ansiedad que me generó la Covid-19. Mi estómago no tenía límites. Hasta que un día ya no me podía ni levantar de la cama. Fue cuando pisé fondo” contó la mujer. Silvia en primera instancia recurrió a una nutricionista particular que la sometió a un tratamiento que definió como “agresivo y traumático”. “No podía comer casi nada de lo que deseaba y al final no lograba superar un trastorno que te asfixia de a poco. Así comencé a ver la luz del fondo del túnel cuando me incorporé a este programa gratuito que te ayuda a cambiar los hábitos alimentarios y de vida de a poco” comentó. Rossi ahora bajó 60 kilos en un proceso que le lleva ya alrededor de un año. “Me siento mucho mejor, mi autoestima se elevó y me dan ganas de salir, caminar y bailar. Antes vivía encerrada”, confesó.
Equipo integral único
Rossi dio su testimonio de superación en la 4° Expo Salud y Nutrición que se llevó a cabo el viernes pasado en la plaza de Alberdi.
Ahí se exhibieron comidas saludables, hechas con productos naturales por los propios pacientes. También se informó acerca de las actividades que realizan durante la semana.
“Aquí estamos mostrando con orgullo los objetivos alcanzados en el trabajo continuo que instrumentamos en el tratamiento integral del paciente con sobrepeso, obesidad mórbida e hiperobesidad. Es una labor en conjunto que ejecutamos con el Centro Provincial de Trastornos Alimentarios (CEPTA)”, dijo la nutricionista Yanel Villafañe.
El equipo de asistencia, único en el interior tucumano, está integrado por un endocrinólogo infantil, un médico clínico, otro gastroenterólogo, un psicólogo, nutricionistas y un profesor de Educación Física. “En el área nutrición mantenemos una línea de trabajo basada en la atención integral, interdisciplinaria e intersectorial, con grandes resultados”, remarcó la profesional. El caso de Rossi es uno de los tantos logros que se exhibieron en el marco de un trabajo que se viene desplegando desde hace más de tres años. “Lo ideal sería que este tipo de programa integral se instrumenten también en los hospitales y Centros de Atención Primaria de la Salud. Hay muchas personas que no pueden acceder a tratamientos particulares. Y estamos ante un problema que afecta la calidad y expectativas de vida de la gente”, opinó Villafañe.