Phiang Pathu, la esposa tailandesa de Guillermo Vilas, lo cuida con gran recelo y vela por la salud del tenista. Sin embargo, la historia amorosa del gran Willy está llena de capítulos previos, entre los que destacó particularmente el período en que fue novio de Carolina Grimaldi, princesa de Mónaco y Hannover. Una historia que no terminó nada bien, pero que fue historia al fin.
El amorío, como no podía ser de otro modo, empezó en Mónaco, el lugar que Vilas elegiría más tarde para vivir. Ocurrió hacia 1982 cuando el astro del tenis argentino se consagró campeón del Abierto de Mónaco y la misma Grace Kelly, por entonces princesa consorte de Mónaco y madre de Carolina, le entregó la copa.
Los inicios del romance entre Carolina de Mónaco y Guillermo Vilas
Por la noche, Vilas y la familia real coincidieron en un restaurante, Jimmy’z, un local que solían frecuentar. Carolina, soltera y con apenas 25 años, acababa de salir de un divorcio escandaloso, por lo que, según fuentes cercanas a la familia, sus padres se oponían al inicio de una nueva relación con el tenista argentino.
Pero la princesa eligió ignorar las apreciaciones familiares y mantuvo una relación de cinco meses con Guillermo Vilas, período durante el cual lo acompañó a muchos de sus partidos. El romance de Carolina de Mónaco de repente estuvo en boca de todos y las revistas rosas internacionales aprovecharon cada oportunidad para publicar sus fotos junto al tenista.
Vacaciones alejadas y la muerte de Grace Kelly
Ese mismo año la joven pareja decidió escaparse unos días al archipiélago volcánico del Pacífico, pero los paparazzis también los encontraron allí. En las fotos publicadas en revistas de todo el mundo se veían claramente los dulces primeros meses de una relación. Entre abrazos y caricias, Carolina y Vilas transcurrieron sus tardes entre las playas y el balcón de su hotel en Hawaii.
Pero la felicidad de la pareja se vió cercenada cuando, de repente, hacia septiembre de 1982, la princesa consorte Grace Kelly sufriera un grave accidente automovilístico que, un día después, la llevaría a la muerte. De acuerdo a los informes del momento, Carolina dejó al gran Willy una semana después del fallecimiento de su madre para empezar a desempeñar las tareas de princesa que le correspondían.
La tragedia de aquel 13 de septiembre sucedió mientras la madre de Carolina se dirigía a su casa de campo junto con Estefanía, la menor de las hermanas. En una curva, Grace perdió el control y cayó por un barranco de gran altitud, causándose graves lesiones. Desde entonces, Carolina de Mónaco decidió acompañar a su padre en el duelo y, un año más tarde, se casó con el empresario Stefano Casiraghi.