En el inicio de esta semana, el dólar blue pegó tuvo una fuerte suba que lo ubicó en los $462, con una brecha cercana al 110% respecto del tipo de cambio mayorista, muy cerca del techo de $480 que algunos analistas ponían como posible tope. Ante este escenario de incertidumbre y volatilidad cambiaria, varios expertos en el mercado advierten un alto impacto para la economía del país y de los ciudadanos. La remarcación de precios y, eventualmente, la disponibilidad de algunos productos, son algunos de los costos.
“El dólar blue o paralelo es la variable de referencia para el argentino de a pie”, señala el economista de Invecq, Juan Pablo Albornoz, quien recordó que, cuando tenemos sacudones en su precio, se dan remarcaciones de precios a nivel generalizado, especialmente, en todo lo relacionado a consumo de bienes durables y de la construcción.
Esto responde a que “la expectativa de que el costo de reposición pueda ser mayor hacia adelante y al riesgo de que el resto de los competidores vayan a ajustar tarde o temprano sus precios también por la perspectiva del movimiento del dólar”.
Según el economista y director de Analytica Claudio Caprarulo, “la actual evolución del dólar blue genera mayores expectativas de una futura devaluación”. Y, en ese contexto, indica que, en algunos sectores, se frena el envío de los costos de los proveedores porque quieren esperar a que se normalice la situación para saber cuál va a ser el valor de la reposición.
“Los importadores, sobre todo, tienen problemas en ese sentido”, advierte el especialista en una entrevista con Ámbito. Porque la normativa actual del Banco Central los obliga a calcular un costo de importación que tiene en cuenta la cotización del blue y no solamente la del oficial.
Ante esas circunstancias, Albornoz señala que el vendedor tiene dos alternativas: se sienta sobre el stock y no vende hasta ver cuándo se acomoda el dólar y cómo responden las listas de precio que recibe; o remarca para no quedar descalzado frente a sus competidores y/o para no perder dinero a la hora de reponer.
Claramente, y tal como apunta el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez, “el aumento brusco del blue le pega directamente al bolsillo de los argentinos ya que traba muchos negocios y la comercialización fluida de productos con componentes importados”.
Eso, describe, genera, a su vez, una mayor caída en los ingresos de productos, en algunos casos, “acentuada porque el actual cepo durísimo, que impide obtener el casi ya inexistente dólar oficial”. Esa dificultad para importar se suma, entonces, a "la paralización preventiva" de muchas actividades que dejan de negociar y pasar precios por el temor de cambios bruscos en los costos de reposición.
De este modo, existe un fuerte impacto en precios, aunque, tal como aclara Albornoz “esto no implica que la causa de la inflación son meramente las expectativas, si bien reconoce que ese es un canal crucial, que puede agravar o aliviar el proceso de suba de precios”.
Con todo, tal como señala Caprarulo, lo que estamos viendo estos días en la aceleración de los dólares paralelos tiene su impacto en la economía, aunque rescata el hecho de que, “lejos de un parate total, la actividad sigue funcionando y el dólar está aún lejos de los valores absolutos que alcanzó en momentos de picos máximos, como en diciembre de 2020 y de cuando se fue Martín Guzmán, en junio del año pasado (que la brecha llegó a los 130%)”.