La Corte Suprema de Estados Unidos decidió garantizar el acceso a una píldora abortiva al suspender una decisión de un tribunal inferior que limitaba su aplicación.
El caso, el más importante vinculado al aborto desde la revocación el año pasado del fallo que garantizaba el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país, se originó por una demanda presentada ante tribunales del sureño estado de Texas para revertir la aprobación de la mifepristona por parte de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos.
La saga judicial comenzó 7 de abril. Un juez federal en Texas, Matthew Kacsmaryk ordenó la prohibición nacional de la mifepristona en respuesta a una demanda de una coalición de grupos antiaborto.
El 12 de abril, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos revocó parcialmente la decisión de Kacsmaryk: dijo que la mifepristona, también conocida como RU 486, debería permanecer disponible temporalmente en espera de una decisión definitiva, pero limitó el acceso a las primeras siete semanas de embarazo, en lugar de 10, y bloqueó la posibilidad de distribuirla por correo.
El Departamento de Justicia dijo que el fallo inicial de Kacsmaryk, un juez designado por el expresidente Donald Trump, se basó en una "evaluación profundamente equivocada de la seguridad de la mifepristona" y también discrepó con la decisión del Quinto Circuito.
La administración de Biden pidió al máximo tribunal una "suspensión" de la sentencia del Quinto Circuito "para preservar el statu quo", a la espera de un examen del fondo del caso.
En este contexto, una de las dos empresas que comercializan mifepristona en Estados Unidos, el laboratorio Danco, también pidió de su lado la intervención de la Corte, advirtiendo que se corre el riesgo de crear un "caos regulatorio en todo el país".
El 14 de abril, la Corte Suprema mantuvo temporalmente el acceso a la píldora y tenía programado emitir un fallo el miércoles, pero postergó dos días su decisión.