Abel Posse es un ejemplo paradigmático del escritor argentino y latinoamericano que a lo largo de su extensa trayectoria literaria ha cultivado la poesía y la novela, el ensayo y la crónica. Diplomático e intelectual, este es un narrador que habita entre mundos: cosmopolita y nacional, porteño y latinoamericano. Fue el primer novelista argentino en recibir el prestigioso Premio Internacional Rómulo Gallegos en 1987 por Los perros del paraíso (1983). En ese entonces, este premio se concedía cada cinco años a la mejor novela en el ámbito hispanoamericano. Ya se había concedido a los mayores exponentes del llamado boom de la novela latinoamericana, irrumpiendo así en la literatura universal: Mario Vargas Llosa (1964), Gabriel García Márquez (1972), Carlos Fuentes (1977) y Fernando del Paso (1982). Todo ello indica que desde ese periodo a Posse se lo consideraba entre los mayores creadores de la narrativa hispanoamericana, quienes marcaron un antes y un después en la narrativa en la lengua de Cervantes.
Por su finura expresiva y luminosa fantasía, los más álgidos ejemplos de su novelística son Daimón (1978) y la ya mencionada Los perros del paraíso. Estas fueron consideradas por el crítico norteamericano, Seymour Menton, como el más alto ejemplo de la denominada “nueva novela histórica latinoamericana”. En ellas se puede encontrar un refinado trabajo en el lenguaje con destellos que recuerdan a la estética del neobarroco de la narrativa cubana (Lezama Lima, Severo Sarduy, Cabrera Infante).
Todo ello, unido a la ficción especulativa de Jorge Luis Borges, para así brindarnos una esplendorosa y trágica visión de la conquista y fundación de Nuestra América.
De ahí que dejó atrás sus novelas neorrealistas, sabatianas, Los bogavantes y La boca del tigre (1971), y abrió ventanas y puertas a su prodigiosa imaginación y experimentación en novelas que exploraron los orígenes paganos del nazismo: Los demonios ocultos (1987) y El viajero de Agartha (1989).
Su fértil imaginación inventó un Buenos Aires apocalíptico en Momento de Morir (1978) y una futurista con La reina del Plata (1988). Con estudiado y prodigioso ingenio reinventó en biografías ficcionales, las vidas singulares de personajes históricos: Álvar Nuñez Cabeza de Vaca en El largo atardecer del caminante (1992), Eva Perón en La pasión según Eva (1994) y Ernesto ‘Che’ Guevara en Los cuadernos de Praga (1998). Con la misma línea de revisión histórica, imaginó y retrató el Tucumán y a la Argentina de la belle epoque en El inquietante día de la vida (2001). Además de estas narraciones, Abel Posse ha incursionado en textos híbridos que entremezclan la crónica y las memorias, el testimonio y la novela: Cuando muere el hijo (2010), Noche de lobos (2011) y Vivir Venecia (2016).
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Roberto Esposto - Autor de Abel Posse. Senderos de un caminante solitario.