21 Abril 2023
Julio Cesar Grassi
El cura Julio César Grassi, detenido en el penal de Campana por la condena que le impuso la Justicia al ser hallado culpable de abuso sexual y corrupción de menores, se recibió de abogado en la cárcel y el mes que viene podría salir de prisión. El sacerdote de 66 años podría recibir la libertad condicional en mayo tras una nueva apelación de sus abogados.
Desde 2013. Grassi se encuentra alojado en el pabellón 6 de la Unidad Penitenciaria Nº 41 de aquella ciudad bonaerense. Allí estudió Derecho Penal de la Universidad Siglo XXI, carrera que comenzó en medio de la pandemia de coronavirus. Si bien su sentencia regía inicialmente hasta el 7 de agosto de 2026, fue extendida hasta mayo de 2028 ya que no le computaron el beneficio del "2x1".
La decisión fue tomada por la Cámara de Apelaciones de Morón y los abogados del religioso la apelaron. Aunque ese recurso extraordinario fue rechazado, presentaron otra queja que aún no fue resuelta por la Corte Suprema de Justicia.
En mayo de este año se cumplen diez años desde que el cura fue detenido, lo que representa dos terceras partes de su condena. Esto significa que podría recibir la libertad condicional, si los letrados que lo defienden solicitan el beneficio.
Este beneficio es un derecho que no puede ser otorgado a personas condenadas por delitos sexuales. Pero esta modificación en el Código Penal fue reglamentada después de la sentencia dictada contra Grassi, por lo que el principio de la "ley penal más benigna" evita que influya en su caso.
El caso Grassi
En noviembre de 2000, fue denunciado a través de una carta anónima por diferentes casos de abuso sexual contra chicos de la Fundación Felices los Niños, de la que él se hacía cargo.
Sin embargo, recién se solicitó su detención cuando el 23 de octubre de 2002 salió a la luz un informe en Telenoche Investiga llamado "Con los chicos, no". Allí, tres testigos revelaron cómo fueron obligados a mantener relaciones sexuales con el cura, cuando eran menores de edad.
Si bien Grassi lo desmintió, más tarde se fugó y en 2009 logró ser condenado (solamente por uno de los casos). Cabe recordar que, pese a la gravedad del delito, Grassi estuvo con libertad vigilada hasta 2013, cuando quedó firme la sentencia.
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