Por Gustavo Rodríguez
21 Abril 2023
BUSCANDO PRUEBAS. Durante toda la noche del 21 de abril de 2022, los peritos buscaron evidencias en el lugar donde el abogado fue herido.
“Se hará justicia porque nos arrebataron una persona hermosa, con ganas de vivir y progresar, que merece descansar en paz”. Con estas palabras se expresó la familia del abogado Omar Monteros (30 años), asesinado hace un año. Los parientes siguen caminando por los pasillos de los Tribunales para que los autores del hecho sean procesados. Es tan complejo el caso que el Ministerio de Seguridad ofrece una recompensa de $2 millones para esclarecer un crimen por encargo.
Monteros, el 21 de abril de 2022, regresaba de una misa por el primer aniversario del fallecimiento de su padre. Estacionó el auto en la puerta de su casa, ubicada cerca de la esquina de Junín y México. Cuando intentaba abrir el portón, observó que al menos dos hombres se le acercaban. Como pensó que querían asaltarlo, salió corriendo, aparentemente para que lo persiguieran y no atacaran a su madre y a su hermana que estaban en el interior del vehículo.
Luego, al descubrir que los atacantes dejaron de correr, se dio la vuelta y fue tras sus pasos. Uno de los asaltantes, según la investigación, hizo un disparo al suelo para asustarlo. Pero el proyectil rebotó en el piso de la vereda y terminó hiriéndolo en el pecho. El joven, que se desempeñaba en el sector administrativo del penal de Villa Urquiza, murió a los pocos minutos.
LA VÍCTIMA. Omar Monteros tenía 30 años y trabajaba en la cárcel.
Desde un primer momento, los familiares de la víctima señalaron que había sido un homicidio en ocasión de robo. Sin embargo, los agentes de Homicidios, que actuaron bajo las órdenes de los comisarios Juana Estequiño, Diego Bernachi y Jorge Dib y los investigadores del Equipo Científico de Investigación Fiscal, dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos, encontraron algunos indicios que ponían en jaque esa teoría. Descubrieron que el joven profesional había sufrido al menos dos ataques de esas características en poco tiempo, pero nunca le habían robado nada.
El giro
López Bustos logró identificar a tres sospechosos. Consiguió que un juez autorizara una serie de allanamientos en las viviendas de Matías Bálsamo, Pablo Sánchez y Pablo “Lampriao” Véliz. Los tres negaron su participación en el hecho, pero aportaron un dato clave para que la pesquisa tomara un nuevo rumbo. Involucraron a una joven en el caso.
“No tuve nada que ver en el homicidio de ese joven, sólo puedo decir que una mujer estaba haciendo averiguaciones para contratar gente del barrio (Juan XXIII, “La Bombilla”) para hacerlo asustar”, dijo Véliz en la audiencia en la que se le dictó la prisión preventiva. Los otros dos sospechosos están en libertad, pero ya fueron informados de que están siendo investigados por el caso.
Se pensó que la versión de “Lampriao” era meramente exculpatoria, pero en los allanamientos se encontraron evidencias que respaldan sus dichos. El personal de homicidios encontró en la casa de Bálsamo documentación que vincularía a este joven con Mayra Florencia Pérez, la novia de Monteros. “Son papeles que no los tiene cualquiera”, explicaron los investigadores.
Al enterarse de esta situación, el fiscal López Bustos decidió citarla como testigo. Su intención era pedirle que le entregara voluntariamente el celular para que sea analizado por los peritos. Sin embargo, cuando la joven, que es hija de funcionarios judiciales, se presentó en los Tribunales e informó que la noche anterior le habían robado su Iphone. Los funcionarios judiciales le solicitaron que les facilite la clave de Icloud (el sistema donde se almacenan los datos de los productos Apple), pero dijo que no la recordaba. “Hoy por hoy eso es imposible, ya que es como no acordarse el número del DNI”, sostuvieron Ricardo Fanlo y Agustín Monteros, representantes legales de la familia de la víctima.
En las últimas horas surgieron nuevos indicios. Uno de los sospechosos habría dicho que Pérez le entregó un celular Iphone para que lo destruyera días antes de que se presentara a declarar. “Estamos en condiciones de probar esa situación. Creemos que eso será suficiente para que la causa se reactive”, añadieron los profesionales.
El móvil
“A seis meses de tu asesinato duele mucho tu ausencia porque te llevaste una parte de mi vida. Siempre estaremos unidos por el corazón. Pido a Dios que descanses en paz hasta que se haga justicia. No falleció, lo mataron. No fue inseguridad, lo entregaron. No fue una desgracia, fue un crimen”. Fue otro posteo que realizó la familia Monteros.
La pregunta que todos se hacen es el porqué de este crimen. La postura de la querella es que Pérez habría estado molesta porque Monteros había decidido realizar un viaje a Estados Unidos y, según su teoría, podría haber intentado asustarlo para que no lo hiciera, ya que sospechaba que viajaría con otra mujer. “Pensamos que ella le habría informado a los sospechosos que él tenía U$S11.000 para que se los robaran y lo asustaran”, explicaron Fanlo y Monteros. “Tal como nos autoriza el nuevo código, entrevistamos a la joven. Cuando le preguntamos cómo era su relación con la víctima, ella respondió: ‘yo soy muy celosa y él, muy infiel’”, añadieron.
“Esa es una línea de investigación, pero por el momento no pudo ser probada”, explicó el fiscal López Bustos en una entrevista con LA GACETA. “El ofrecimiento de una recompensa tiene un solo objetivo: lograr que algún tucumano pueda colaborar para el esclarecimiento de este caso”, añadió.
El titular de la Unidad Fiscal de Homicidios I informó que por el momento, no pudieron sumar pruebas en contra de la joven que es señalada por los querellantes. “Se hicieron varias medidas que no dieron los resultados esperados, pero estamos esperando los resultados de otras”, comentó López Bustos. Entre ellas aparecen una declaración clave y el informe pericial de los teléfonos de todos los imputados y de la joven antes, durante y después de haberse cometido el crimen.
Interminable dolor: una familia que sufrió tres duros golpes
La familia Monteros está signada por las desgracias. En los últimos años sufrió la pérdida de tres integrantes. En mayo de 2017, Martín Monteros, hermano de Omar, falleció en un accidente automovilístico en la provincia de Chaco cuando viajaba a Brasil a alentar a Atlético en un partido de la Copa Libertadores. En abril de 2021, Luis Monteros, el padre de la víctima, fue uno de los médicos del Centro de Salud que perdió la vida por Covid.
Silencio: la novia de la víctima dijo que ya aportó las pruebas que tenía a la justicia
“Por cuestiones médicas de mi salud no puedo hablar. Debería hablar con su mamá y su hermana”, fue la respuesta que recibió LA GACETA cuando intentó entrevistar a Mayra Pérez, la novia de Omar Monteros, el abogado asesinado en el barrio ATEP hace exactamente un año. La joven, a través de un intercambio de mensajes por WhatsApp agregó: “no tengo nada para aportar. Todo lo aporté a la Justicia”. Antes de despedirse, dijo que conocía al periodista que intentó entrevistarla porque era hija de un funcionario judicial. Pérez, horas después de que Monteros fuera asesinado, fue una de las pocas que habló sobre el caso. En esa oportunidad, entrevistada por “Buen Día”, el programa de LG Play, cuestionó duramente a las autoridades provinciales por la ola de inseguridad. Destacó además que a su novio lo habían matado para quedarse con una importante suma de dinero.
Las claves del expediente
Uno: el caso
Omar Monteros (foto), después de haber asistido a la misa del primer aniversario de la muerte de su padre, fue sorprendido cuando ingresaba a su domicilio. Al llegar a su casa, fue abordado por un grupo de hombres que lo habían estado esperando. En un primer momento, los investigadores pensaron que se había tratado de un intento de robo, pero esa teoría fue descartada.
Dos: la investigación
El fiscal Ignacio López Bustos (foto), analizando las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, identificó al menos tres sospechosos. Ordenó allanamientos y en la casa de uno de ellos encontró documentación que vinculaba a la novia de la víctima, Mayra Pérez, con el sospechoso. Sólo a uno de ellos se lo acusó de ser coautor del crimen y se encuentra detenido.
Tres: más sospechas
El único acusado que está detenido por el crimen del abogado dijo que él no había tenido ningún tipo de participación en el hecho. Sin embargo, en la audiencia en la que le dictaron la prisión preventiva, declaró que sabía que una joven había estado buscando gente en el barrio Juan XXIII (“La Bombilla”) para que le dieran un susto a su pareja. El imputado no identificó a esa persona.
Cuatro: en la mira
Pérez fue la última persona que no sea familiar que vio con vida a Monteros. Antes de haber sido asesinado, el abogado la dejó en su casa, lugar donde habría quedado registrado el paso de la camioneta en la que se trasladaban los sospechosos. El fiscal le pidió que le entregara el celular, pero dijo que se lo habían robado la noche anterior. Tampoco entregó la clave porque no la recordaba.
Cinco: la otra teoría
Los abogados querellantes Ricardo Fanlo (foto) y Agustín Monteros sostienen que Pérez habría contratado a los sospechosos para que “lo asustaran” y le quitaran el dinero que había ahorrado para viajar a Estados Unidos. Según su teoría, podría haberlo hecho porque habría pensado que la víctima se iba a ir de vacaciones con otra mujer. La familia Monteros apoya esa hipótesis.
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