Por Alicia Liliana Fernández
21 Abril 2023
ÚLTIMAS INDICACIONES. El maestro Gómez supervisa la pareja principal en un momento central de la obra.
Las grandes compañías de danza clásica del mundo cuentan en su repertorio con La Bayadera.
La emblemática obra presenta uno de los temas que fascinaron a los románticos: la visión idealista del Oriente, donde la bailarina hindú emerge para realizar su rito sagrado antes de retirarse al misterioso mundo de las sombras.
El Ballet Estable de la Provincia, que dirige Mercedes de Chazal, abre la temporada con el estreno del gran ballet de Marius Petipa, con música de Ludwig Minkus. El maestro Ángel Gómez fue convocado como director interino y repositor.
En el marco del Día Internacional de la Danza la producción del Ente Cultural se estrenará hoy, a las 21, en el Teatro San Martín (av. Sarmiento 601). Se repondrá mañana a la misma hora y el domingo, a las 20; el jueves 27, viernes 28 y sábado 29 a las 21. La entrada es libre y gratuita.
En los roles principales participan, como Nikiya, Belén Serrano (21, 23 y 29) y Sabrina Fresco (22, 27 y 28); como Solor, Oscar Medina (21, 23 y 29) y Gastón Gutiérrez (22, 27 y 28); en el rol de Gamzatti, Flavia Marcantonio (21, 23 y 29) e Inés Yufra (22, 27 y 28); como Fakir Principal, Ricardo Contreras; y en el papel de Aya, María José Diez Gómez.
Integran el cuerpo de baile Daniela Reyes, Andrea Dilascio, Eugenia Squassi, María Pía Álvarez Rojo, Solana Burgos, Julia de La Silva, Victoria Maisano, Constanza Iturre, Valeria Hurtado, Camila Paoloni, Fionna Viscido, Candela Soto, Oriana Oldani, Romina Lazarte; Salvador Arbeloa, Rodrigo Reinoso, Maximiliano Díaz, Emiliano Núñez Campero, Eduardo Giménez y Facundo Basso.
El maestro Gómez habla con LA GACETA.
“El Ballet Estable había bailado sólo una parte de La Bayadera, el Grand Pas d´action, la boda de la princesa Gamzatti, Ahora ponemos en escena la obra completa, con vestuario del Teatro Argentino de la Plata. Yo había traído un diseño, pero no habríamos llegado a armar todo a tiempo. Traje los tocados de los roles principales, hechos por Adrián Delabbora, con cristales de roca, que él donó al Teatro Argentino”, explica.
- ¿Cómo ha sido la experiencia?
- Fue fantástico, porque después de mucho tiempo la compañía abre la temporada con un ballet del repertorio clásico completo. Este es un ballet muy difícil, que demandó mucho trabajo, tanto para la compañía, para mí y para mis asistentes, Adolfo Burgos, y de Tucumán Paula González, y la gran Carolina D’Urso. Monté la coreografía y entre los cuatro tuvimos que perfeccionarla desde febrero.
- ¿Cuántos bailarines intervienen?
- Los bailarines son alrededor de 30, y yo contraté 12 bailarinas de refuerzo para el Acto de las sombras, uno de los más importantes, que requiere mucho cuerpo de baile femenino.
- ¿Cómo se adapta la coreografía original ?
- Hice una reforma y adaptación de la obra de Marius Petipa, obviamente respetando el estilo, el emplazamiento y el relato, con todo respeto por la versión estrenada en 1877 en San Petersburgo.
- Vos hablás de reposición, pero se trata de un estreno.
- Lo es. Por primera vez el Ballet, que cumplió 64 años la semana pasada, aborda la obra completa.
- ¿Por qué es tan importante?
- En el repertorio clásico este es el ballet que más quería Petipa, y es uno de los más difíciles, en los aspectos de técnica clásica, utilería y escenografía. Y hay escenas de pantomima en las que el bailarín sin bailar expresa, solo con gestos y música. Estoy muy feliz de volver a Tucumán a trabajar con la compañía, algo que no esperaba, y con el tiempo se dio. Que la compañía salga con un ballet completo, y en este mes del año, significa un nuevo punto de partida. Ojalá se siga sosteniendo con nuevos títulos. Quiero resaltar la calidad técnica y artística de escenógrafos, utileros, sonidistas, proyectistas e iluminadores, de todo el personal del teatro. Y además la gran disposición de los bailarines, que se quedaban a ensayar después de hora.
Hace unos años el Ballet Estable bailó, de La Bayadera, el Acto del reino de las sombras, que fue montado por la gran maestra Lidia Segni. En 2022 hicimos el Acto del Palacio, el más brillante y llamativo, con coreografía montada por Alexander Ananiev. Faltaba completarse, y entonces nació la idea de poder haberlo este año completo.
La Bayadera es una obra grande, emblemática del repertorio clásico, que requiere muchos bailarines, mucho vestuario y producción, pero ante todo mucha técnica. Es un ballet que exige excelencia, porque es clásico puro.
Este año el maestro Ángel Gómez fue invitado a dirigir por el presidente del Ente Cultural, Martín Ruiz Torres. Con este estreno se completa el ballet, que es muy hermoso.
Tuve la oportunidad, en una gira con Maximiliano Guerra, de verlo en vivo junto a bailarinas del teatro Colón y quedé maravillada.
De Cruz Alta
Ángel Gómez nació en Colombres, Cruz Alta, en la Colonia 3. Estudió en el teatro Alfredo Guzmán con Rodolfo Rodríguez. Se formó en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón e ingresó por concurso en el Ballet del Teatro Argentino de la Plata. Fundó su propia compañía, Kunst, que integran bailarines jóvenes de La Plata, independientes y del Teatro Colón.
Punto de vista
Una obra que exige excelencia
Mercedes de Chazal
Directora del Ballet Estable
Hace unos años el Ballet Estable bailó, de La Bayadera, el Acto del reino de las sombras, que fue montado por la gran maestra Lidia Segni. En 2022 hicimos el Acto del Palacio, el más brillante y llamativo, con coreografía montada por Alexander Ananiev. Faltaba completarse, y entonces nació la idea de poder haberlo este año completo.
La Bayadera es una obra grande, emblemática del repertorio clásico, que requiere muchos bailarines, mucho vestuario y producción, pero ante todo mucha técnica. Es un ballet que exige excelencia, porque es clásico puro.
Este año el maestro Ángel Gómez fue invitado a dirigir por el presidente del Ente Cultural, Martín Ruiz Torres. Con este estreno se completa el ballet, que es muy hermoso.
Tuve la oportunidad, en una gira con Maximiliano Guerra, de verlo en vivo junto a bailarinas del teatro Colón y quedé maravillada.
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