Acorde al tratamiento que Phiang Pathu, su esposa, le da a la salud y a la vida pública de Guillermo Vilas, Marcela Vilas parece seguir por el mismo camino. Es que la hermana menor del gran tenista hizo escasas apariciones en los últimos años y se mantiene alejada de las cámaras tal como la pareja del ex jugador.
Nacidos ambos en Mar del Plata, compartieron colegio y unos pocos amigos. Según alguna vez contó el jugador, Marcela es el primer recuerdo que aparece en su memoria. "Yo tenía tres años cuando mis padres me mostraron a mi hermana recién nacida", contó alguna vez.
"Vivíamos en Los Aromos, en una quinta, en las afueras de Mar del Plata, casi el campo –narró el gran Willy sobre su infancia–. Fueron mis días más felices. Estaba solo, no había chicos y me entretenía como podía".
La baja exposición de los Vilas
Pese a acompañarse mutuamente, tal vez los primeros años de los hermanos marcaron para toda su vida su comportamiento con el exterior y determinaron sus pocas ganas de exposición. "A veces creo que mi forma de ser, un poco egocéntrica, y mi gusto por la soledad vienen de allí", dijo Vilas en relación a su poca interacción con pares durante su niñez.
Pero la actitud de hermetismo no es solo de Guillermo, Marcela y Phiang Pathu. Es que hay indicios que dejan ver que es algo común para toda la familia. En 2021, TN intentó contactar con Florencia, sobrina de Vilas e hija de Marcela. La joven respondió amablemente, pero se negó a dar declaraciones. "Hola. Gracias por escribir. No sé por qué quisiera hacerme una consulta, pero no estoy interesada. Muchas gracias", dijo, según publicó el medio.
La negativa de Marcela a acercarse a los micrófonos
En 2021, con motivo de la inauguración del Espacio Vilas en el Club Náutico de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, intendente de la ciudad costera, invitó a Marcela. Predispuesta, la hermana del tenista aceptó la oferta y se hizo presente en la apertura del homenaje al gran Willy.
Allí cortó la cinta de inauguración, recorrió la muestra junto a su hija y se emocionó hasta las lágrimas viendo cada parte del homenaje, incluida la línea de tiempo de la vida del tenista. Pero se negó a dar ningún tipo de declaración y cada vez que se le acercó un micrófono, lo ignoró o rechazó.