La curva del dengue sigue en ascenso en Tucumán. Ayer el Ministerio de Salud dio a conocer la actualización epidemiológica de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti: se notificaron 17.578 casos en total desde que comenzó el brote este año. En la última semana, la provincia sumó 3.778 contagios, un 27% más.
Con el dengue en alza y la preocupación de las autoridades sanitarias para que los pacientes que están graves no lleguen tarde a la consulta, se vuelve imprescindible desterrar algunos mitos que sobrevuelan respecto a la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti.
¿Es cierto que tomar calcio ayuda a recuperarse del dengue? ¿La papaya puede curarme? ¿Tomar vitamina B es fundamental para que no me pique el mosquito? ¿Puedo usar todo el paracetamol que quiera? ¿Cuándo me deben internar? Estas son algunas de las dudas que se ven en las redes sociales y que tienen todo tipo de respuestas.
En vez de ayudar, muchas veces estas indicaciones populares pueden agravar el cuadro de una patología que de por sí es peligrosa y potencialmente mortal. Por eso, en esta nota repasamos junto al infectólogo del hospital Padilla, Juan Manuel Núñez, cuáles son los mitos frecuentes y las verdades sobre la “fiebre quebrantahuesos”.
1- El dengue no es contagioso
El virus del dengue no se transmite de persona a persona, pero sí a través de los mosquitos. El virus circula en la sangre de cinco a siete días. Durante ese período, si una persona infectada es picada por un Aedes, este puede transmitir la enfermedad. Por este motivo es fundamental incrementar los cuidados en caso de infección. ¿Cómo se logra esto? La persona enferma tiene que usar repelente todo el tiempo.
2- Me recuperé hace poco y ahora me volvió a infectar el mosquito.
El virus dengue tiene cuatro serotipos. Cuando una persona se infecta con un tipo de dengue queda con una inmunidad inicial de tres o cuatro meses para todos los tipos de dengue. Luego, bajan los niveles de anticuerpos y se queda con inmunidad permanente sólo contra la posible reinfección del serotipo que tuvo y no contra los otros tres. Es decir, después de unos meses puede volver a infectarse, pero con otro serotipo. Esa reinfección es un problema porque pueden desarrollar dengue grave.
3- El dengue no requiere reposo.
La persona que sufre dengue puede sentirse bien después de los primeros síntomas y volver a trabajar o ir a la escuela, sin necesidad de hacer reposo. Sin embargo, en el marco de la epidemia actual, los médicos sugieren que se haga reposo por varios motivos: en primer lugar porque la enfermedad puede generar una baja en las plaquetas y glóbulos blancos, o sea que la persona está debilitada; y en segundo lugar, quienes están infectados pueden llevar el virus a otra parte si se movilizan. Por eso, una de las medidas principales de prevención hoy es quedarse en casa y usar repelente.
4- El dengue no tiene tratamiento.
No hay un fármaco antiviral que disminuya rápidamente la viremia ni hay aún un medicamento capaz de bloquear los mecanismos que conducen a algunos cuadros graves de la enfermedad. Sólo se pueden tratar los síntomas de la patología. Reconocer precozmente los signos que anuncian la gravedad del cuadro clínico y decidir a tiempo los pasos terapéuticos más adecuados a seguir es fundamental. El dengue tiene una complicación importante a partir de la deshidratación. Por eso, se debe indicar la hidratación correcta para evitar cualquier caso grave.
5- Baja la fiebre y pasa el peligro.
Todo lo contrario. El período crítico comienza cuando pasa la fiebre y en esos momentos (entre el tercer y el octavo día) hay que estar más que atentos a los signos que anuncian peligro. Pueden aparecer vómitos, dolor abdominal, hemorragias, somnolencia o irritabilidad. La consulta a tiempo es fundamental para evitar los casos mortales.
6- Podés usar todo el paracetamol que necesites.
La dosis de paracetamol adecuada es de tres gramos por día. Se puede tomar un gramo cada ocho horas o 500 miligramos cada seis horas, sin exceder nunca la dosis máxima de cuatro gramos diarios. Un mayor consumo de este fármaco está asociado a toxicidad principalmente a nivel hepático, lo cual puede llegar a ser muy complicado en pacientes con dengue teniendo en cuenta que uno de los órganos “blanco” de este virus es el hígado.
7- Sólo se internan pacientes ante cualquier signo de alarma.
La hemorragia es uno de los criterios de internación, pero no el único. También cuando hay deshidratación y cuando aparecen otras señales de alarma, como ser dolor abdominal y vómitos persistentes. El médico tiene en cuenta los análisis de laboratorio y las comorbilidades que presenta el paciente. También el contexto: si vive cerca o lejos de un centro asistencial, si tiene o no algún familiar que lo cuide, etcétera.
8- La papaya cura el dengue
Es un remedio casero muy popular. En las redes circulan videos de pacientes mostrando cómo usan el jugo de hoja de papaya en el tratamiento del dengue y aseguran que puede curar la enfermedad. Sin embargo, hasta ahora no existe ningún medicamento que cure la enfermedad ni evidencias científicas sobre el uso de la papaya. Tampoco está demostrado que su consumo sea algo seguro.
9- Tomar calcio ayuda en el tratamiento de la enfermedad.
No existe evidencia científica de que el calcio aminore los síntomas.
10- Tomar vitamina B impide la picadura del mosquito
Tampoco existen estudios científicos que apoyen esta afirmación. Las medidas recomendadas para evitar las picaduras son disponer mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas, usar repelentes sobre la piel expuesta y la ropa, y utilizar mangas largas y pantalones largos, entre otras.
11- Es una enfermedad muy dolorosa, pero no deja secuelas
El dengue aparece cada vez con más virulencia y hay más casos de muertes. También pone en peligro la calidad de vida del paciente. Cada vez se identifican con una mayor frecuencia secuelas en la visión, en el corazón, en el hígado y en el sistema inmunológico. Algunos pacientes sufren secuelas como fatiga, dolores de cabeza y muscular por hasta seis meses.
12- Los pacientes que se enferman por primera vez con dengue no suelen tener complicaciones
Cualquier infectado puede desarrollar las formas graves de la enfermedad. Al inicio de la patología no es posible saber qué pacientes evolucionarán mal. Por lo tanto, durante una epidemia todos los enfermos en quienes se sospeche dengue deben recibir atención médica y mantenerse en observación. “Hemos visto casos graves e incluso mortales de personas que se infectaron este año por primera vez”, concluyó Núñez.