El ex ministro de Desarrollo Social y diputado nacional por el Frente de Todos (FdT) Daniel Arroyo está convencido: para detener el deterioro social que provoca la inflación hay que estabilizar el precio de los alimentos y crear 400 mercados centrales alrededor del país.
El bonaerense resaltó que los dos problemas centrales que existen en Argentina en materia social son el precio de los alimentos y la disminución de los ingresos. “La mejor política social es estabilizar el precio de los alimentos, esto hizo que la falta de ingresos y la dificultad para llegar a fin de mes le llegue también a la gente que tiene un trabajo formal”, dijo a LA GACETA, durante una visita a Tucumán.
A su vez, este problema está vinculado con el endeudamiento de la familia. “Como la plata no alcanza, mucha gente se endeuda y arranca el mes con -10. Debe plata, cubre sus necesidades y le queda larguísimo el mes”, expuso Arroyo.
Plan antiinflacionario
Consideró que la problemática en su conjunto -que abarca al aumento de la pobreza, del desempleo y de la informalidad laboral- debe ser un debate en la campaña electoral. “Hay que encarar un plan antiinflacionario en Argentina; que tome el tema fiscal y monetario, pero que también busque crear 400 mercados centrales”, dijo.
A esta última idea, que fue presentada como proyecto de ley, la desarrolló: “el productor va y vende de manera directa. Así se baja el precio porque no hay intermediación”.
Además, el ex ministro de Desarrollo Social de la Nación durante el primer tramo de la gestión de Alberto Fernández también propuso una ley de crédito no bancario a tasa de un 3% anual “para desendeudar a la familia”.
Lo importante para que el plan tenga éxito -indicó- es que sea abordado como política de estado y no de gobierno. Sumado a la estabilización del precio de los alimentos, al plan de desendeudamiento y a la recuperación del salario, Arroyo incluye otras dos propuestas más; el fomento de la educación y el trabajo sobre el narcotráfico.
Por un lado, habría que “crear 3.000 jardines de infantes, para que todos los niños arranquen la escuela de manera pareja, realizar una reforma de las escuelas secundarias y lograr universidades que se vinculen con el medio”.
El diputado nacional señaló que, en la educación secundaria, hace falta apostar en “una escuela moderna”. “Que sea del siglo XXI, que se pueda elegir algunas materias. Que quien esté en la escuela también pueda realizar pasantías; uno aprende estudiando, pero también haciendo. Esto ayudaría a tomar el interés de los jóvenes”, fundamentó.
Por el otro, está el tema de las adicciones. “Hablamos de Rosario porque es un caso muy extremo, pero en realidad es un problema de los grandes centros urbanos”, manifestó.
Arroyo resumió que: “estamos frente a un modelo agotado desde hace varios años, con lo que estamos haciendo no vamos a transformar la realidad”.
Dijo que Argentina necesita “evitar ser un típico país latinoamericano”. “Donde hay un tercio de gente capacitada y globalizada y dos tercios afuera. Tenemos la posibilidad de ser un lugar de movilidad social ascendente porque la economía va a crecer, gobierne quien gobierne”, aseguró.
Su optimismo se debe -dijo Arroyo- a que “como país tenemos litio, alimentos, energía y economía de conocimiento”. “El debate no es si va a crecer o no, sino cuántos argentinos van a estar dentro. Si logramos industrializar con crecimiento económico vamos a meter a todos”, reconoció.
En el plan de reconstrucción del país, también ocupan un lugar importante los emprendedores y los jóvenes. El diputado propuso un plan de “derecho al primer empleo”, para que los jóvenes puedan acceder, y un incentivo en materia de inversión.
“Es un mundo de trabajo de gente muy creativa, con capacidad. Hay que ampliar el mercado, fomentar inversiones, generar desarrollo del mercado. Tenemos que ir a un esquema de equilibrio”, manifestó Arroyo.
Siguiendo este patrón, se acomodaría el resto. “De las personas que tienen planes sociales, hay un tercio que si la economía se activa fuertemente, entran a trabajar. Gente que sólo necesita tener oportunidades”, aseguró.
Indicó que los demás están -algunos más que otros- más lejos. “Algunos necesitan capacitación, porque no terminaron la secundaria, y otros tienen problemas de adicciones o de salud”, expresó.
La respuesta, en definitiva, es “más mercado y mejor Estado”, resumió Arroyo. (Producción periodística: Bárbara Nieva)