Tras meses de un intenso e inusual calor, llegaron las bajas temperaturas. Ante la preocupante situación epidemiológica que atraviesa en país en relación al aumento de casos de dengue, muchos se preguntan qué pasa con el mosquito Aedes agypti cuando hace frío.
Es importante saber que el dengue es una enfermedad endémica en Argentina y en más de 100 países del mundo. Esto significa que tiene una circulación constante a lo largo del tiempo y de un modo bastante predecible, en una determinada área o región.
Históricamente, en el país siempre hubo un pico entre los meses de enero y febrero y otro entre marzo y junio. Sin embargo, el cambio climática y la ola de calor extendida cambió el comportamiento de esta enfermedad viral transmitira por el mosquito Aedes agypti.
Dengue: a qué temperatura sobrevive el mosquito Aedes Agypti
Las variaciones en la temperatura no implican que desaparezca el mosquito, que también es agente transmisor de otras enfermedades, como zika y chikunguña. Por eso, las tareas de descacharrado y limpieza de recipientes deben hacerse todo el año.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación afirman que, pese a que durante los meses de frío los mosquitos adultos reducen su actividad, si se encuentran en una casa, pueden conservar la temperatura de su interior.
Sucede que los mosquitos adultos sólo mueren a muy baja temperatura (por debajo de los 12° y de manera sostenida) mientras que los huevos son capaces de sobrevivir durante el invierno.
Dengue: el invierno no frena totalmente al Aedes aegypti
Mediante estudios experimentales en campo y laboratorio, el Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) años atrás evaluó las variaciones a corto y largo plazo de las abundancias del mosquito Aedes aegypti en la ciudad de Buenos Aires y los factores ambientales que favorecen su persistencia interanual, tanto en temporada cálida como fría.
Los investigadores estudiaron los efectos de las bajas temperaturas fluctuantes en la aptitud del mosquito en la Ciudad de Buenos Aires. Para eso, realizaron tres tratamientos a 12, 14 y 16 grados centígrados como temperaturas constantes, y otros tres a 12, 14, y 16 grados, con un margen de cuatro grados más o menos.
Luego, los especialistas analizaron la supervivencia, el tiempo de desarrollo y el tamaño de los mosquitos adultos para cada tratamiento. El trabajo, publicado en la revista de la Sociedad Americana de Entomología en 2020 indica que la población del Aedes aegypti en CABA tiene una mayor tolerancia a las bajas temperaturas que las poblaciones de otras regiones geográficas evaluadas en estudios anteriores.
Los huevos de este mosquito son capaces de sobrevivir hasta un año sin agua y también resisten temperaturas bajas. Pero las investigaciones del grupo GEM de la UBA pusieron en duda que los huevos permanezcan en estado latente a lo largo de todo el invierno, para eclosionar a partir de la primavera, es decir, cuando la temperatura y la humedad aumentan.
También se observó que la eclosión de los huevos del mosquito y el desarrollo del insecto no se detienen y que, de alguna manera, la población local de estos mosquitos estaría adaptándose a las condiciones invernales de la Ciudad de Buenos Aires. Se estima que durante el invierno puede eclosionar más del 45% de los huevos y una gran parte de las larvas puede desarrollarse y alcanzar el estado adulto.