WASHINGTON, Estados Unidos.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dijo que la economía mundial se ha mostrado notablemente resistente a múltiples perturbaciones, pero aún debe superar una combinación de crecimiento débil y persistente inflación.
Las previsiones de crecimiento mundial del 2,8% del FMI “no son suficientes para brindar oportunidades a las empresas y los ciudadanos de todo el mundo, y lo más preocupante es la proyección de un crecimiento débil durante un periodo de tiempo más largo”, afirmó Georgieva en una conferencia de prensa en las reuniones del FMI y el Banco Mundial, en Washington.
El FMI advirtió que un nuevo estallido importante en el sistema bancario, que ahoga los préstamos y provoca una huida hacia los activos de refugio podría hacer retroceder el crecimiento mundial al 1%, llevando a muchas economías a la recesión y poniendo gran tensión en los mercados emergentes.
Después de recuperarse de la pandemia de covid-19 y sufrir reveses por la alta inflación y las repercusiones de la guerra en Ucrania, las autoridades monetarias tienen dos tareas principales a corto plazo: combatir la persistente inflación y salvaguardar la estabilidad financiera, dijo Georgieva. Ambos temas se han vuelto más complejos debido a las presiones bancarias por las quiebras de dos bancos regionales estadounidenses y la venta forzosa del prestamista global Credit Suisse, dijo.
El economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, señaló que las autoridades no deberían detener su lucha contra la inflación debido a problemas de estabilidad financiera.
Georgieva añadió que la vigilancia sobre los riesgos emergentes “es absolutamente primordial”. “Los bancos centrales deberían abordar los riesgos de estabilidad financiera cuando surjan, trabajando en estrecha colaboración con los reguladores y supervisores”, dijo Georgieva.
“La clave es monitorizar los riesgos que pueden estar escondidos en las sombras, en bancos e instituciones financieras no bancarias o en sectores como el inmobiliario comercial”.
El FMI realizó su proyección de crecimiento global a cinco años más baja desde que comenzó a emitir dichos pronósticos en 1990, con una estimación de crecimiento del 2,8% en 2023 y luego rondando el 3% hasta 2028.
Georgieva explicó que esto se debió a la productividad rezagada y el potencial de fragmentación de la economía mundial, aunque luego trató de matizar la magnitud del desastre. Los pronósticos “no son horribles. No estamos en recesión”, dijo. “En mi opinión, no estamos en una buena posición, vemos que los riesgos aumentan, pero ahora tenemos un historial de los últimos años de notable resiliencia”. (Reuters)