La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos se propagan mucho más y a más distancia bajo el efecto del cambio climático.
Hasta no hace mucho tiempo, para los argentinos el dengue figuraba en la lista de enfermedades raras y lejanas. Sin embargo, una vez que comenzaron a verse en nuestro país los efectos del calentamiento global algunas cosas dejaron de ser ajenas. Y este verano fue particularmente muy caluroso, con temperaturas cercanas a los 40°.
En los últimos años, el clima en Argentina comenzó a tropicalizarse y el mosquito que trasmite el virus del dengue encontró aquí un lugar perfecto para crecer, vivir y picar.
Dengue: que pasa con el mosquito durante los días de frío
El descenso de temperatura trae esperanzas, pero los especialistas aclaran que el mosquito del dengue sigue existiendo, aún con el frío. Esto significa que las variaciones en la temperatura no implican que el mosquito desaparezca, y es por eso que las tareas de descacharrado y limpieza de recipientes deben hacerse todo el año.
“Pese a que durante los meses de frío los mosquitos adultos reducen su actividad, si se encuentran dentro de una casa se benefician con la temperatura de su interior. Sólo a muy baja temperatura los adultos mueren pero los huevos son capaces de sobrevivir durante el invierno”, explica el Ministerio de Salud de la Nación.
Estudios realizados por investigadores del Conicet también comprobaron que los huevos del Aedes aegypti son capaces de sobrevivir hasta un año sin agua y también resisten temperaturas bajas.