12 Abril 2023
Resulta inquietante el informe de la directora del área operativa Sudoeste del Siprosa, con respecto a las dificultades que han encontrado en los barrios de esa sección capitalina en la campaña contra el dengue. No sólo dijo que la situación actual ha excedido la capacidad operativa que tienen, sino que “hay muchas casas en las que encontramos estos reservorios (en referencia a recipientes que pueden servir como criaderos de mosquitos) e incluso les enseñamos a los vecinos cómo son las larvas del mosquito”. En ese sentido, dijo que hacen una tarea educativa “porque en la mayoría de las casas hay objetos inservibles o floreros que son un riesgo en el marco de esta epidemia. El problema es que mucha gente no saber qué hacer con la basura”.
El planteo de la médica da de lleno en uno de los problemas centrales para combatir esta enfermedad, que tiene que ver con la tarea personal o familiar - limpiar o descacharrar en cada uno de los hogares- y la incidencia de factores que afectan a la comunicad, como como ser la acumulación de basura y de recipientes de riesgo. Cabe recordar la triste experiencia de la familia de la primera víctima fatal, a fines de marzo, en el barrio Ejército Argentino. El padre contó que al volver de vacaciones, “en todas las casas había contagios. Compramos repelentes y limpiamos todo. Incluso sacamos una planta enorme, y de ahí salieron un montón de mosquitos”. Afuera, en el barrio, según manifestaron los vecinos, la zona estaba plagada de mosquitos. En las calles y veredas se veían botellas tiradas con líquido acumulado, recipientes de todo tipo y basura, malezas y pérdidas de agua. Una vecina contó que los desechos se acumulan en las esquinas porque tienen recolección de residuos solo tres veces por semana. En esas jornadas llamó la atención el enorme basural y el canal con agua estancada en el ex Ingenio Amalia, que causaba pánico entre los vecinos. Y en este punto llega la primera reflexión: es comprensible que la gente no sepa qué hacer con la basura, como dice la médica del área Sudoeste del Siprosa, si se considera que en las calles del barrio los residuos se acumulan y los encargados de luchar contra el dengue han llegado al límite de su capacidad operativa. La respuesta, en el CAPS del barrio Ejército Argentino, ha sido aumentar las horas de atención para consultas y recomendar a los vecinos “que usen repelentes y que en sus casas eliminen todos los recipientes que puedan acumular agua y servir como criadero del mosquito... Hay que hacer una limpieza profunda. Los vecinos suelen pedir fumigación, pero aquí lo más importante es lo que puedan hacer en sus casas”.
En esa semana del primer caso fatal se conformaron en el Consejo Federal de Salud las brigadas territoriales de proximidad, con agentes sanitarios, fuerzas operativas y organizaciones intermedias para sensibilizar sobre prevención y acciones de cuidado. Parece necesario que esas brigadas se integren también con funcionarios responsables de la recolección de basura -que debería intensificarse- y de la erradicación de basurales, así como responsables de la empresa de saneamiento, a fin de buscar la forma de terminar con las pérdidas de agua que generan lagunas de líquido estancado en la vía pública.
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