La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, admitió ayer que la situación epidemiológica por el brote de dengue que afecta a la Argentina “no está controlada”. Además, en declaraciones radiales, advirtió: “todavía tenemos unas semanas por delante con aumento del número de casos”.
Ante el avance del dengue en el país, este fue uno de los ejes centrales de la reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), ayer, para “minimizar el impacto”. “Se requiere abordaje nacional, provincial, municipal, de la comunidad”, sostuvo la funcionaria este lunes, ante la prensa, en Casa Rosada.
“Venimos trabajando, en forma virtual, con todas las provincias. El dengue circula en 14 jurisdicciones. Por eso el trabajo en el COFESA será muy integral, interdisciplinario”, agregó. También comentó que hubo visitas a algunas de las provincias más afectadas en forma presencial como en los casos de Tucumán, Santiago del Estero y Santa Fe.
La funcionaria explicó que si bien todos los años se registran infecciones de la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti para esta época, “cada tres o cuatro años hay un aumento considerable de casos” y el último año récord de casos fue el 2020.
Según el último Boletín Epidemiológico Nacional que publica la cartera sanitaria semanalmente, hasta la semana epidemiológica 13 de 2023 (es decir hasta el 01/04) se notificaron en el país 28.235 casos de dengue, de los cuales el 90% contrajo la infección en la Argentina. Hasta el momento, se reportaron 22 muertes en todo el país.
“Lo que se observa epidemiológicamente es que cada brote que sucede cada tres o cuatro años es mayor que el último y eso es lo que estamos viendo en Argentina, estamos igualando el brote de 2020 y todavía tenemos unas semanas por delante con aumento del número de casos”, dijo la titular de la cartera sanitaria nacional, esta martes, en diálogo con Radio 10.
Entre las recomendaciones del Ministerio de Salud, Vizzotti resaltó la importancia del descacharrado para evitar recipientes con agua estancada en las casas y terrenos baldíos, esto incluye los neumáticos, el lugar donde toman agua las mascotas, etc.
En este sentido, la ministra señaló que la fumigación es parte del abordaje integral de la enfermedad pero no constituye la medida más importante o excluyente, porque al fumigar se mata el mosquito que está vivo pero pueden quedar vivas las larvas que son las responsables del aumento de la población de mosquitos Aedes aegypti.