La victoria sobre San Martín de San Juan cambió todos los ánimos en La Ciudadela. Allá, lejano en el tiempo parecen haber quedado los tropiezos contra Guillermo Brown y Defensores Unidos, la salida de Iván Delfino, la incertidumbre de un futuro que pintaba feo y la visita de la barrabrava al entrenamiento del pasado sábado.
En la salida del plantel del estadio el domingo, y en el regreso a los entrenamientos ayer por la tarde en el complejo “Natalio Mirkin”, se percibió otro ánimo. Hubo más sonrisas, miradas relajadas y mucho optimismo de cada al futuro.
“Hay un buen plantel y un gran grupo de personas. Tenían que seguir, mirar hacia adelante y entender que se podía cambiar la cara y que se puede seguir mejorando”, había declarado Alexis Ferrero en la conferencia post goleada sobre el “verdinegro”. Pero ese vendaval de goles no debe obnubilar ni a los jugadores, ni a los dirigentes ni a los hinchas. Puertas adentro, es hora de medir bien cada decisión.
San Martín volvió a sonreír porque Ferrero y Ariel Martos acertaron en el esquema, en la elección de los futbolistas indicados para este duelo y porque lograron que el equipo sintonizara la misma frecuencia. También, porque el plantel entendió que para dejar atrás el mal momento era necesario poner garra, actitud y mucha enjundia.
Hubo pases, conexiones, triangulaciones y la mirada del equipo estuvo clavada en el arco rival en todo momento. Y cuando eso sucede en el fútbol todo resulta un poco más sencillo.
Sin embargo, en Bolívar y Pellegrini no deben pensar que todo se ha solucionado, porque quedó demostrado que cuando las cosas se hacen mal, los resultados son claros y contundentes.
Más allá de la goleada, el “santo” tiene mucho para mejorar, mucho para corregir. Da la sensación que el equipo perdió el tiempo desde la pretemporada hasta la fatídica siesta de Zárate. Que falta trabajo y que necesita aceitar mil y un detalles del funcionamiento.
El retroceso es algo que le cuesta horrores. No hay coordinación entre el medio y la defensa (aunque en el último partido mejoró un poco) y cuando lo apuran sufre demasiado en los últimos metros (en gol “verdinegro”, Abel Masuero entró con pelota dominada entre los dos zagueros y el volante central). Y si bien contra los sanjuaninos tuvo mayor volumen de juego y hubo algunas sucesiones de pases al compañero, pareciera que ese detalle casi primordial en cualquier estructura futbolística, al equipo le cuesta horrores llevarlo a cabo.
“Estamos analizando varias alternativas. Por ahora no hay definición”, aseguró un vocero de la dirigencia cuando LA GACETA le consultó sobre cuándo se concretaría la llegada del nuevo DT.
Ese punto es clave. San Martín no puede fallar en la elección del nuevo comandante. El domingo quedó demostrado que si se acomodan las piezas y se trabaja en base a una idea, el equipo puede dar pelea en un torneo en el que no hay ningún equipo “fuera de serie”. Eso sí, deben elegir rápido y con precisión para que el nuevo proceso tome forma cuanto antes.
Por ahora, Ferrero seguirá al frente
Rubén Moisello declaró que la idea es contratar cuanto antes un entrenador. Pero por lo pronto, Ferrero comenzó ayer a trabajar de cara a los dos partidos que se le vienen a San Martín en los próximos 10 días. El sábado, desde las 15.30 visitará a Flandria por la fecha 12 de la Primera Nacional; en tanto que el miércoles 19, desde las 16.10 enfrentará a Deportivo Morón (en cancha de Unión de Santa Fe) por la Copa Argentina. El plantel viajaría directamente desde Buenos Aires a Santa Fe.