Dengue: cuáles son los mejores repelentes ambientales, sus peligros y cómo utilizarlos

Dengue: cuáles son los mejores repelentes ambientales, sus peligros y cómo utilizarlos

Siempre es fundamental constatar que el producto cuente con la autorización correspondiente.

Espiral: uno de los repelentes ambientales para combatir los mosquitos Espiral: uno de los repelentes ambientales para combatir los mosquitos La Nación
10 Abril 2023

Ante el aumento de casos de dengue en Argentina resulta clave tomar métodos de prevención y evitar la picadura del Aedes aegypti, el mosquito transmisor de esta enfermedad viral que en Tucumán ya se cobró siete vidas. 

En este contexto, es fundamental el uso de repelentes en niños y adultos, sobre todo en las primeras horas de la mañana y en las últimas de la tarde, con las precauciones pertinentes como por ejemplo no aplicar sobre lastimaduras ni cerca de los ojos o nariz. Tampoco manipular alimentos después de colocarse el producto. 

También están los repelentes ambientales o plaguicidas que, según detalla el Ministerio de Salud de la Nación, también sirven para evitar o disminuir las picaduras y la trasmisión de enfermedades como dengue, chikungunya y zika. Sin embargo, su uso requiere ciertos cuidados.

Estos productos se comercializan en diversas modalidades como tabletas, espirales, aerosoles, líquidos termoevaporables que se volatilizan a partir del calentamiento eléctrico y líquidos para ser empleados en antorchas, entre otras.

Pueden contener diversos ingredientes y están comprendidos dentro de los productos domisanitarios regulados por la Anmat. Es importante no confundirlos con los repelentes de uso personal, que se aplican directamente sobre el cuerpo y se aprueban como productos cosméticos, explican desde Salud.

Dengue: qué tener en cuenta al utilizar repelentes ambientales

En primer lugar, antes de adquirir un repelente ambiental, se recomienda constatar si el producto cuenta con la autorización correspondiente. 

Para esto se debe verificar que en el rótulo figure el número de Registro Nacional de Establecimiento (RNE), que consta de nueve dígitos, y el de Registro Nacional de Producto de Uso Doméstico (RNPUD), que consta de siete dígitos, ambos otorgados por esta Administración Nacional.

Una vez adquirido el producto, es importante tener en cuenta las siguientes pautas a la hora de aplicarlo: 

- Emplearlo en la cantidad adecuada, tal como indica el rótulo.

- Aplicarlo únicamente en la forma que se indica en el rótulo.

- Lavarse las manos luego de aplicar el producto.

- Mantener lejos del alcance de los niños.

- Mantener siempre en su envase original.

Dengue: científicas del Conicet explican por qué la mañana y el atardecer son los horarios de más riesgo

Sobre el dengue hay muchos datos que se saben, pero que conviene refrescar: es una enfermedad, conocida también como “fiebre quebrantahuesos”, causada por un virus que tiene el mismo nombre. Y a este lo transmiten las hembras infectadas del mosquito Aedes aegypti.

El Departamento de Comunicación del CCT NOA Sur consultó a María Julia Dantur Juri, investigadora adjunta de la Unidad Ejecutora Lillo (UEL-Conicet/Fundación Miguel Lillo), y a Giselle Alejandra Rodríguez, becaria postdoctoral en la sede Tucumán del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) y docente-investigadora en la Facultad de Ciencias Naturales e IML (UNT), ambas doctoras en Ciencias Biológicas.

Sobre la base de sus investigaciones, pueden explicar cómo incide la temperatura en la conducta de las hembras de Aedes aegypti, y dar pistas que sirven para la prevención.

“Debido a las fluctuaciones térmicas diarias y estacionales, al ser mosquitos domiciliarios, se mueven desde el exterior y hacia el interior de las viviendas, y viceversa, buscando personas de las cuales alimentarse –agrega-. Los estudios muestran que el límite inferior para Aedes aegypti es de alrededor de 10 °C; por debajo de esta temperatura no sólo no pican; son incapaces de moverse y, por ende, de alimentarse”, explica Dantur Juri, destacada especialista en mosquitos. “Y el límite térmico superior en que se observaron vuelos, por períodos cortos, fueron los 35 °C. Entonces, aunque haya refrescado no quiere decir que no haya riesgo”, añade.

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