Según lo que adelantó su defensor, Ernesto Baaclini, hoy Lucas Alfredo Gordillo (30 años), el principal acusado del crimen de Pablo Maximiliano Mariotti (36 años) contaría su versión de los hechos.
Meses antes del hecho, Gordillo y Mariotti habían conformado una sociedad como prestamistas en la cual la víctima aportaba el capital y el imputado se encargaba de realizar los cobros. Según la acusación, Gordillo planificó y ejecutó el hecho junto a Alexis Yamil Salis, Rolando Jesús Morán, Solange Manzaraz Beltramino, José Miguel Escudero y Ramón Osvaldo Manrique.
El crimen ocurrió entre el 5 y el 7 de febrero de 2020 en la casa de la víctima, en Lamadrid al 1.300. Lo habrían estrangulado utilizando sogas. Días más tarde se encontró el cuerpo enterrado en un taller de Olleros al 100, al sur de la capital.
La investigación en contra de los sospechosos surgió de la declaración de María Cecilia Gordillo, hermana de Lucas, que se presentó en una comisaría y contó que había encontrado elementos que podían vincular a su hermano y a Salis en el hecho. Rápidamente se allanó las casas de los acusados y se los detuvo, con excepción de Gordillo, quien se fugó de la provincia y vivió en la clandestinidad hasta mayo de 2021. Para esa fecha fue detenido cuando regresó a Tucumán para ver a Manzaraz Beltramino, quien era su novia.
Versiones en el caso Mariotti
Salis fue el primero en declarar aportando una versión sobre el hecho. Dijo que Gordillo lo acompañó a la casa de Mariotti para que la víctima le arreglara una computadora, pero que al entrar a la casa de calle Lamadrid fueron emboscados por hombres enmascarados y con “tonada cordobesa” que los redujeron. También sostuvo que cuando lo liberaron tuvo que colaborar con Gordillo para que esos misteriosos hombres no lo mataran. Entre las tareas impuestas estuvo la de trasladar el cuerpo en su camioneta y luego enterrarlo.
Más allá de eso, el viernes durante el juicio Salis se desdijo. En esta oportunidad aseguró que todo lo que había dicho durante la instrucción de la causa fue porque estaba detenido y porque sufría presiones por parte de la Policía.
A un año del hecho, cuando quedó detenido, Gordillo tuvo la posibilidad de plantear su versión. Sostuvo que en realidad pactaron con Salis y con Mariotti en encontrarse en la casa de la víctima. El objetivo de la reunión era que Salis, de 23 años, quería irse a vivir solo y deseaba alquilar una vivienda. Mariotti tenía propiedades y Gordillo se ofrecía como garante.
En ese contexto, según el imputado, cuando llegó a la casa de Mariotti fue Salis quien le abrió la puerta y le pidió “que no lo dejara tirado”. Planteó que como quería a su amigo como a un “hermano menor” terminó encubriéndolo y ayudándolo a borrar sus huellas. “Yamil creía que en la casa de ‘Maxi’ podía encontrar plata y además tenía la fantasía de que llevándose los títulos de propiedad podía quedarse con los inmuebles”, sostuvo.
Hoy Gordillo tendrá la posibilidad de declarar ante los jueces: Fernanda Bähler, Wendy Kassar y Luis Morales Lezica.
Por otro lado, Manzaraz Beltramino, Morán, Escudero y Manrique declararon en ambas ocasiones que no habían tenido nada que ver en el hecho y plantearon una coartada.