08 Abril 2023
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco, que abandonó el hospital el pasado fin de semana y se recupera de una bronquitis, celebró la “Pasión del Señor” y pero no asistió a la procesión del Vía Crucis de anoche, debido al frío, informó el Vaticano.
Es la primera vez que el Papa no preside el servicio del Vía Crucis en el Coliseo de Roma desde que fue elegido, en 2013.
El evento se trasladó al Vaticano durante la pandemia de covid-19 y se llevó a cabo en versiones reducidas, pero Francisco siempre lo presidió.
Más temprano se realizó una de las tradicionales ceremonias de la Semana Santa en la Basílica de San Pedro, la denominada “Pasión del Señor”, una misa que recuerda, según la tradición cristiana, la muerte de Cristo. La celebración estuvo dedicada a las “voces de paz en un mundo de guerra”. Esta vez, el pontífice de 86 años, no se recostó en la nave central de la basílica al inicio de la ceremonia, como en años anteriores, sino que quedó en silencio durante casi dos minutos sentado en la silla de ruedas en la que llegó, como es costumbre en las ceremonias a partir de los problemas de rodilla que tuvo en 2022.
La “Pasión del Señor” se caracteriza porque el Papa no lee la homilía sino que se limita a escucharla del predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, un capuchino de 88 años.
El servicio del Via Crucis, que suele durar más de dos horas y al que asisten miles de personas, se realiza al aire libre, y esta vez el Papa lo siguió desde su residencia. Se esperaba hiciera mucho frío en Roma anoche, luego de que el jueves cayó una ligera nevada en las afueras de Roma.
Usualmente, durante el tradicional servicio, el Papa se sienta cerca de la sección superior del Coliseo mientras los participantes desfilan alrededor del monumento que data de la Antigua Roma, marcado como el lugar de muerte de muchos cristianos en los orígenes de la Iglesia de Roma. Los participantes se detienen para orar y escuchar meditaciones en las 14 “Estaciones de la Cruz”, que conmemoran los eventos en las últimas horas de la vida de Jesús, comenzando con su arresto y terminando con su sepultura. El Papa suele hablar al final de la procesión del Viernes Santo en el Coliseo.
Francisco pasó cuatro días en el hospital la semana pasada para recibir tratamiento por bronquitis después de sufrir dificultades para respirar.
Se recuperó rápidamente después de recibir antibióticos y se le vio bien en dos servicios del jueves, pero aún está bajo observación médica.
El Vaticano no anunció ningún cambio en el resto del calendario de Semana Santa del Papa. Aún debe presidir una misa de vigilia pascual esta noche, en la Basílica de San Pedro y el Domingo de Pascua debe entregar su bendición y el mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) en la Plaza de San Pedro.
La bendición del Domingo de Pascua se lleva a cabo desde el balcón central exterior de la basílica al mediodía.
El último Papa que se saltó un servicio del Viernes Santo fue el Papa Juan Pablo II. La mala salud le impidió salir del Vaticano en las últimas semanas de su vida en 2005. (Reuters)
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