La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo. No hay dudas sobre eso. Basta con observar la polémica que se generó días atrás cuando Elon Musk y miles de académicos pidieron hacer una “pausa” de seis meses en los trabajos de investigación de algunas ramas más potentes de esta tecnología, que recientemente lanzó GPT-4 de OpenAI, al advertir “grandes riesgos para la humanidad”.
Dejando de lado esta situación, no menor y a la que se debe prestar atención, sería un error pensar que esta disciplina es una moda pasajera. Hay que ser conscientes de que se trata del inicio de una nueva era en la que, nos guste o no, habrá que aprender a convivir con ella.
La IA es un conjunto de tecnologías informáticas que les permite a las máquinas aprender y realizar tareas de forma autónoma. Una de las técnicas más conocidas son las Redes Neuronales Profundas (Deep Neural Networks), las cuales han impulsado algunos de los avances tecnológicos más significativos de los últimos años.
Además, está estrechamente relacionada con la ciencia de datos, ya que las redes neuronales necesitan de grandes cantidades de información, como imágenes, audios, datos financieros o de tráfico de internet, y otros, para ser entrenadas.
¿Qué se debe estudiar para trabajar en inteligencia artificial?
Adrián Will, matemático y director del Grupo de Investigación en Tecnologías Informáticas Avanzadas (Gitia) de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Tucumán (UTN-FRT), señaló que actualmente son pocos los cursos de grado que se dedican a formar profesionales en IA y en ciencias de datos. “Las personas que busquen o deseen desempeñarse en estas áreas deben estudiar carreras asociadas tradicionalmente a las ciencias de la computación: ingeniería en sistemas de información, ingeniería en computación, ingeniería o la licenciatura en informática, entre otras", afirmó en diálogo con LA GACETA.
“Estas carreras forman profesionales con sólidos conocimientos en programación, aunque con diferentes enfoques. Lo recomendable es, una vez finalizados los estudios universitarios, realizar cursos o postgrados que ayuden a completar la formación en el campo de la inteligencia. No obstante, para trabajar seriamente se requiere una sólida base en matemática y en estadística”, agregó.
En la actualidad existen numerosos cursos en línea (gratuitos y pagos) que abordan diferentes ramas y aspectos de la programación, la estadística, el álgebra lineal y la inteligencia artificial en sí. "Algunas empresas incluso ofrecen capacitaciones con oportunidades laborales garantizadas para sus graduados”, comentó.
Por otra parte, el experto hizo hincapié en la falta de profesionales con los conocimientos suficientes para trabajar en IA y en ciencia de datos. “Esto tiene como consecuencia que aquellos que están calificados sean absorbidos rápidamente por la industria y estén muy bien remunerados”, señaló.
Las capacidades técnicas son fundamentales, pero también las empresas valoran que los profesionales hablen fluidamente inglés, sean proactivos, tengan capacidad de liderazgo y sean capaces de trabajar en equipo. “Es difícil encontrar personas con esas condiciones. En la actualidad, los avances y cambios importantes en el área son vertiginosos y siempre falta tiempo para actualizarse. No solo es necesario leer trabajos de investigación, estudiar nuevas herramientas y realizar cursos de capacitación, sino también es fundamental incorporar ChatGPT o herramientas similares al día a día para mantener el nivel de productividad”, reconoció.
¿En qué se puede aplicar la inteligencia artificial?
Para poder utilizar los instrumentos que provee esta no es necesario ser programador o un profesional disciplina. “Herramientas como Dall-E y Chat GPT son, por el momento, gratuitas y pueden modificar de manera relevante la manera en que se trabaja en diferentes profesiones. Para mencionar una, GitHub CoPilot, de Microsoft, es una herramienta para programación que asiste al programador en su tarea, acortando significativamente los tiempos de desarrollo y mejorando la productividad sin comprometer la calidad del producto. El diseño del sistema en sí, la interacción con el cliente y los otros componentes del sistema, y demás, siguen siendo tarea y responsabilidad del programador. Pero muchas de las tareas repetitivas o estándar pueden ser codificadas rápidamente por CoPilot, de manera que un buen programador que sepa usar eficientemente la herramienta logra mejorar significativamente la calidad y velocidad de su trabajo e introduciendo menos errores (bugs) en los códigos”, indicó.
En esta línea, Will añadió que una empresa que realice diseños gráficos puede apoyarse en herramientas como Dall-E para generar rápidamente bocetos y borradores que luego serán mejorados en interacción con el cliente.
“Utilizar las herramientas mencionadas anteriormente no requiere de conocimientos especiales, únicamente paciencia, creatividad, leer el material disponible en internet, y práctica para obtener buenos resultados. Están pensadas para interactuar eficientemente en lenguaje natural y que entienden el contexto, por lo que resulta muy intuitivo y sencillo su utilización (lo complejo es lograr que haga lo que uno quiere). Para la mayoría de las personas, la sugerencia es emplear de manera creativa y responsable estas herramientas, con el fin de mejorar la calidad de su trabajo, reducir los tiempos de desarrollo y aumentar su productividad”, cerró.
Adaptarse a las nuevas demandas
La falta de conocimientos en IA sigue siendo el principal obstáculo para su aplicación. Ante este escenario, las instituciones educativas buscan adaptar los programas de sus carreras para que los alumnos puedan adquirir conocimientos necesarios para desempeñarse en este campo. “Nosotros desde la tecnicatura universitaria en Programación ya hicimos la solicitud para insertar temas como sistemas de expertos, lógica difusa y el lenguaje Python que sería de inserción para la inteligencia artificial”, contó el director de la carrera Claudio Fernández.
“El mismo mercado te va redireccionando por lo que como docentes debemos adecuar el perfil del futuro del profesional a las demandas actuales”, finalizó.