Se profundiza la caída de imagen de la gestión del Gobierno nacional

A cuatro meses de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y a seis de las presidenciales, el malhumor de la sociedad argentina crece. La inflación sigue descontrolada y, por esa razón, también crece la incertidumbre de lo que pueda suceder con la economía antes, durante y después de las elecciones. A ello se suma el cuadro de inseguridad que, en los últimos días, se ha recrudecido particularmente en el conurbano bonaerense, una zona potencialmente definitoria en términos electorales. Frente a ese panorama, la gestión del presidente Alberto Fernández se encuentra con un pico en el pesimismo social: el 77% de los ciudadanos consultados por D´Alessio IROL y Berensztein ha calificado como mala o muy mala las acciones encaradas por la administración del Frente de Todos. Este porcentaje es similar al que se presentó en octubre del año pasado cuando la Casa Rosada tuvo momentos de zozobras por la falta de dólares para apuntalar las reservas internacionales del Banco Central, una situación que llevó al ministro de Economía, Sergio Massa, a adoptar una serie de medidas para evitar una mayor corrida cambiaria. Ese escenario es casi igual al actual, con la tercera versión del “dólar agro”, con el que se intenta que el campo liquide divisas para evitar nuevos sofocones cambiarios. Los analistas consideran que se trata de un esquema con efectos transitorios, como los fueron los anteriores, y que, tarde o temprano, el Estado deberá apelar a la emisión monetaria para cumplir con los compromisos que se asumirán para captar anticipadamente divisas a un costo diferencial a la cotización oficial vigente. En otros términos, eso implicaría otro rebrote inflacionario en el mediano plazo.

“La evaluación positiva de la gestión del gobierno bajó cinco puntos este mes, ubicándose en la peor cifra de los últimos tres años. Entre los votantes de Frente de Todos la desaprobación aumentó 10 puntos con respecto al mes anterior”, se explica en el diagnóstico privado al que accedió LA GACETA.

Respecto de la evolución económica, D´Alessio IROL y Berenszteinm, que vienen realizando este reporte desde 2021,  observan un deterioro con respecto a los últimos tres meses en la evaluación de la situación económica actual y futura.  “La evaluación negativa de la situación económica actual aumentó cuatro puntos en un mes. El apoyo entre los votantes del oficialismo cayó 11 puntos en un mes.  Asimismo, aumenta tres puntos la desaprobación sobre la situación económica del próximo año”, puntualizan los consultores. Dentro de los votantes del Frente de Todos hay un desplazamiento de opiniones del “mucho mejor” (23% de febrero al 12% del mes pasado) al “peor” (13% en febrero a  18% en marzo).

Respecto de las principales preocupaciones de los argentinos, la inflación se mantiene en el tope en la lista, seguido por la inseguridad y la delincuencia y la incertidumbre económica. “No ver avances contra el narcotráfico aumentó 5 puntos este mes y se posiciona entre los cinco primeros problemas que más inquietan”, analizan D´Alessio IROL y Berensztein

Al abrir el sondeo según la identificación política, los votantes de Frente de Todos señalan en segundo y tercer lugar: la corrupción del gobierno macrista, los ajustes que deberá hacer el gobierno para pagar al Fondo Monetario Internacional y en cuarto lugar queda la inseguridad. Mientras que, los votantes de Juntos por el Cambio destacan en segundo lugar la inseguridad y en tercer lugar Incertidumbre en la situación económica.

Finalmente, en los indicadores de preferencias políticas, el diagnóstico privado remarca tres situaciones puntuales:

•El 77% y 73% de las personas que en 2021 votaron al Frente de Todos y Juntos por el Cambio, respectivamente, hoy se sienten identificados con el mismo partido político.

• En el total general, Juntos por el Cambio es el espacio con el que más se identifican (35%), seguido por el Frente de Todos, con 26%.

• Juntos por el Cambio es el partido señalado con las mejores propuestas (34%), mayor capacidad para resolver los problemas (38%) y mejor credibilidad en que cumplirá con lo que promete (33%).