Semana Santa: “Vida y Pasión de Dios Hombre" deslumbrará en Tafí del Valle

Distintos espectáculos masivos relacionados con Semana Santa se pondrán en escena hoy, pero la principal referencia, como desde hace años, está centrada en Tafí del Valle, con la puesta que se acostumbra montar en el predio Ojo de Agua. Esta tarde y mañana, desde las 16 (horario elegido para que el punto cúlmine del relato coincida con la puesta del sol durante la crucifixión), se verá nuevamente “Vida y Pasión de Dios Hombre", con el emotivo condimento de que su autor y director histórico, Carlos Kanán, falleció hace un mes.

Esta propuesta se representa en la villa desde hace una década y congrega a más de 10.000 personas con entrada libre y gratuita; quienes vayan con vehículo dispondrán de estacionamiento pago a beneficio de la comunidad originaria del lugar. El montaje recayó ahora en los herederos artísticos del director, que buscan perpetuar su mensaje y estética, según adelantó Benjamín Tannuré Godward a LA GACETA, tarea que cumple junto a Yanina Cháves y Lourdes Salas.
"Esperamos ser dignos de la hermosa herencia que nos deja Kanán a través de sus trabajos y el recuerdo del trato hacia los elencos. Ya desde los ensayos el clima ha sido muy especial. Se siente una presencia espiritual en cada cosa que uno hace. Siempre hay detalles que te hacen pensar que Carlos está presente. Habrá también un homenaje a su persona en las funciones, por lo que seguramente más de una lágrima habrá. Todo está pregnado por su sello. Su obra es enorme, y debe sobrevivirlo; para ello será fundamental que las instituciones involucradas nos sigan convocando, ya que resulta imposible hacerlo de manera independiente por la envergadura de la producción", aclara.

- ¿Qué le dio Kanán de relevante a esta puesta, cuál fue su distintivo?

- Lo megaespectacular, además de unas de las mejores bandas sonoras que se hayan preparado para un evento de estas características. Las glorias del radioteatro tucumano, todas reunidas en una grabación que te eriza la piel. Unos textos de una riqueza profunda que hoy aún, después de 23 años de estrenado, nos siguen inspirando como actores a proponer nuevas acciones. El concepto de un espectáculo de este tamaño no es fácil de desarrollar, ya que se trabaja prácticamente con 200 personas en escenas, y coordinar sus acciones, y que sean relevantes no es tarea fácil. Ahora en su ausencia entendemos también la magnitud de su capacidad de dirección.

- En tu caso, además, tenés la responsabilidad de representar a Cristo. ¿Qué significa estar en esta obra?

- Una oportunidad única de participar de un megaevento que llega a muchísimas personas, transmitiendo un mensaje que para muchos, los cristianos particularmente, es muy fuerte y especial. Ser todos los actores vehículos de un momento de reflexión en los tiempos que corren es un gran desafío. El despertar con nuestra actuación emociones verdaderas en el público es siempre una satisfacción. Lograr que estas funciones se concreten es también una satisfacción muy grande. Y es además ya una tradición, saber que cada año nos volveremos a encontrar con un grupo de personas más o menos estables, y no faltarán las viejas y nuevas anécdotas que amenizan la convivencia.

- ¿Lo religioso está potenciado en el ambiente natural donde la realizan?

- Totalmente. Carlos eligió especialmente el lugar por su geografía y parecido a los paisajes de Jerusalén para potenciar la vivencia. El escenario a cielo abierto le otorga un marco infinito a la historia que contamos, además de que el horario está especialmente pensado para que coincida con el comienzo del atardecer en los valles, para llegar al momento de la crucifixión cuando el sol se esconde tras las montañas. La experiencia es inmersiva, el público se transporta a otra época, algo que un teatro no se consigue fácilmente. Y es también un trabajo enorme, ya que no hay telones ni apagones. Una vez que la obra comienza no hay vuelta atrás, y cualquier inconveniente debe ser solucionado sobre la marcha.

Por aparte de la puesta en Tafí del Valle, hay hoy otras dos representaciones de los eventos caros al sentir católico en la provincia. A las 20, en la hostería municipal Atahualpa Yupanqui de Tafí Viejo (Paysandú al 2.400) se repondrá “Cristo: la Pasión en nuestra tierra”, ideada por Kike Rearte y Marcelo Zelaya hace 27 años en una conjunción de danza y teatro que cuenta la historia de Jesús junto a relatos de pasajes evangélicos, poemas y narraciones de autores tucumanos, apoyados con imágenes en una gran pantalla y ritmos folclóricos. Participarán más de 80 bailarines y actores, entre otros de la academia de danzas folclóricas Huellas del Horizonte y el Grupo Teatral FarsArtes. Se pide como aporte la donación de un alimento no perecedero a modo de entrada.

A la misma hora, pero en la Capilla Virgen de Covadonga de El Mollar, se presentará “Jesús en su camino al calvario”, con la dirección de Pablo Mellace y participación de vecinos del lugar que interpretarán estampas vivas del Vía Crucis.

En cambio, el dengue le jugó una mala pasada al proyecto de César Mena de presentar hoy  “La Pasion de Cristo” en el kartódromo del Timbo Viejo. Tanto el director como una veintena de los participantes (una cuarta parte del elenco total) están infectados, por lo que se posterga la obra hasta nuevo aviso.

En tanto, mañana sábado, en Las Talitas (en la cancha de fútbol de calles 12 y 47) y a las 20, se montará “Vida y Pasión de Cristo Gaucho”, con la dirección de Pascual Huerta.