Súper Mario Bros apuesta a que la tercera sea la vencida

Había una vez que un famoso plomero ítaloestadounidense, lleno de estereotipos pintorescos en su forma y vestimenta, salvó de la quiebra a una compañía de videojuegos japonesa con sus saltos y golpes en la pantalla. Y ese cuento es real: “Mario Bros” fue el pulmón de aire de Nintendo, que ya había gastado el máximo posible de vidas.

Ni romano, ni newyorkino. El simpático personaje fue creado en Japón para tener que superar innumerables pruebas de destreza física y con la agilidad sorprendente que le daban los dedos de quienes lo llevaban de aventura en aventura en el mundo ficticio del Reino Champiñón, perseguido por peligrosas criaturas y lleno de tuberías curvas. Pero en su principio, el mayor riesgo era nunca salir a la luz.

En 1983, la empresa nipona venía de fuertes pérdidas económicas con distintos lanzamientos, y encontró en el simpático personaje de tupido bigote una salida a los rojos de las cuentas. Dos años antes de su debut como protagonista de arcade, ya aparecía en la pantalla de “Donkey Kong” pero bajo el seudónimo de “Jumpman” (“Saltador”, una síntesis perfecta de su notoria habilidad). Independizarse de la mano de su padre creador, Shigeru Miyamoto (con la colaboración de Mitsuharo Sato), lo llevó al estrellato. Varias generaciones y cuatro décadas después, ya transformado con el agregado de Super a su nombre, sigue siendo un divertimento de referencia y con vigencia propia en cuanta consola haya, física o virtual. Pocos podrán afirmar, sin mentir, que nunca jugaron alguno de sus desafíos.

Convertido en un clásico indiscutible, con una franquicia que ha generado más de 200 videojuegos derivados (de carreras, de lógica, de deportes, de rol, educativos y demás), series de televisión, merchadising, comics y eje de eventos, en lo económico ha sido floreciente: se calculaban ingresos totales por unos U$S 40.000 millones en todos sus productos; sólo en copias de los videojuegos vendidas hay más de 500 millones, lo que ubican a Super Mario Bros en lo más alto del rating.

En ese despliegue sin límites, no es de extrañar la llegada de “Super Mario Bros: La película”, que se preestrena hoy en las salas tucumanas con una aventura de acción en animación que promete un vistoso y colorido universo lleno de humor y pasos de comedia desde los dibujos que respetan la historia iniciática.

La producción del estudio Illumination (el mismo de las sagas “Mi villano favorito” y “Minions”) se arriesga en un terreno que le resultó hostil al personaje: ninguna de las dos películas precedentes pasaron el doble filtro de la crítica ni el de sus fans, si bien la animación de 1986 “Super Mario Bros: ¡La gran misión para rescatar a la princesa Peach!” fue mejor recibida que el live action de 1993, directamente repudiado pese a que tenía un elenco de peso con Bob Hoskins como el personaje y John Leguizamo como su hermano Luigi en una distopía gobernada por su archirrival Bowser (Dennis Hopper).

Como Mario habla muy poco, se podría disfrutar del doblaje de los sonidos que emite al saltar y patear que hizo Chris Pratt en la versión original. Raro destino el del actor norteamericano en las pantallas de los cines locales: le da la voz a esta animación y es el protagonista de “Calabozos y dragones: honor entre ladrones”, que sigue en exhibición, también llegado desde otro universo (en su caso, los juegos de mesa de rol). Estuvo secundado en los doblajes originales por Anya Taylor-Joy, Jack Black, Charlie Day, Keegan-Michael Key y Seth Rogen, entre otros, que no estarán en las versiones en castellano.

La película recrea con una simpleza que ha sido unánimemente elogiada por los críticos el concepto de entretenimiento lineal y divertido del juego, con un fontanero devenido en héroe imprevisible para pasar un buen rato, premisa excluyente y efectiva.

De fiesta cada 10 de marzo

Tan popular es Super Mario Bros que, como pocos personajes de animación, tiene su propio festejo. Todos los 10 de marzo se celebra el Mar10 Day dedicado al plomero, y que surgió como una combinación de palabras y cifras tomando su nombre como referencia. La fecha suele celebrarse con eventos, premiaciones, lanzamientos de juegos y, este año, la presentación del último trailer de la película que hoy se estrena en la Argentina. Todo comenzó hace más de una década impulsado por los fans del videojuego, y desde 2016 Nintendo lo oficializó como una jornada especial, de proyección internacional aunque en el país aún está reservada a un nicho de jugadores (no así en otros países, como México) que se reúne para desafiarse o debatir sobre los cambios en las historias o cómo debería tener continuidad la franquicia. Desde ahora, la película (y sus eventuales sagas) serán parte de la charla.

Todos en pantalla

Si la película lleva el nombre de Super Mario Bros, bien podría agregarse “y su pandilla de amigos y de enemigos”. Es que todos los personajes principales de sus aventuras forman parte de la producción que hoy se estrena, y cuyos primeros pasos se remontan a 2017, cuando comenzó el proyecto fílmico: en pantalla estarán su hermano Luigi, la princesa Peach, el villano Bowser, Donkey Kong y Toad, junto a otras creaciones (incluyendo a los Koopas y a los Goombas) que ya circularon por el videojuego original y sus versiones posteriores. Todo ha sido ambientado en un mundo plagado de hongos coloridos, ciudades a punto de ser destruidas, corridas y persecusiones y desafíos que debe cumplir uno a otro para salir victorioso, aunque siempre con alguna ayuda (la princesa Peach es fundamental, y su rol rompe con el de la pobre joven que espera ser salvada de algún peligro para asumir la rienda de su futuro, en tiempos del empoderamiento femenino). La música es reconocida como una referencia más, incluso con temas de los 80, y la recomendación es esperar a las escenas poscréditos para redondear la diversión.

Un experto y una iniciada

Chris Pratt confesó ser un viejo seguidor de Super Mario Bros como videojuego, “con más de 1.000 horas” frente a la pantalla haciendo saltar al personaje y vencer a sus rivales. La voz principal en la película lo conoció cuando tenía 10 años, la edad actual de su hijo a quien quiere iniciar como fan. En el otro extremo aparece Anya Taylor-Joy, quien admitió que nunca antes había jugado al producto de Nintendo hasta que fue contratada para doblar a la princesa Peach; desde entonces, se sumó al séquito de fanáticos del fontanero.