Hace poco más de un año, mientras caminaba por un club deportivo de Michigan (EEUU) al que asiste regulamente, Gonzalo Llorens Boscarino descubrió unas canchas de tenis pequeñas en las que un grupo de personas jugaba a lo que parecía una versión reducida de ese deporte. La curiosidad pudo más y atrajo a Gonzalo hacia un mundo nuevo: el del pickleball, disciplina que viene siendo furor en EEUU y que él se propuso traer a Tucumán este año.
“Desde hace siete meses que estoy jugando pickleball acá, y es vertiginoso el crecimiento que está teniendo. Es un deporte muy fácil de aprender y de practicar. Por eso mi idea es promocionarlo y difundirlo en Tucumán”, comenta Gonzalo, quien tras recibirse de profesor de Educación Física se fue a vivir al exterior con la idea de emprender. Y aunque la vida empresarial y deportiva lo llevó a alternar entre Playa del Carmen, Miami y Michigan (donde vive desde hace dos años), siempre quiso proyectar algo en su provincia. Y en el pickleball encontró la respuesta a esa inquietud.
Pero antes que nada, ¿qué es exactamente el pickleball? La primera respuesta es que se trata de una disciplina “construida” a partir de elementos de otras, pero que con el tiempo y su creciente popularidad fue tomando una fisonomía e identidad propia. Lo que sí, aunque se haya convertido en una tendencia en los últimos tiempos, no puede decirse que sea nueva: lo cierto es que se creó a mediados de los 60, y como muchos otros deportes, tuvo un origen casual. Cuenta la leyenda que el pickleball nació en la isla Bainbridge, en el estado de Washington, una tarde en la que el congresista Joel Pritchard y unos amigos volvían de jugar al golf y encontraron a sus familias aburridas y sin saber qué hacer. Como la casa tenía una cancha de bádminton, intentaron jugar un partido, pero como no encontraban la pluma ni las raquetas, improvisaron con una pelotita de wiffle (de plástico y agujereada) y paletas de madera contrachapada. Voilá, sin saberlo habían inventado el pickleball, que no tomaría dicho nombre hasta un par de años después. Entre las diferentes versiones sobre el origen del nombre, la más popular sostiene que se debe a Pickles, el perro de los Pritchard, que corría de un lado a otro siguiendo la pelotita.
Para todos
Entonces, el pickleball se juega en una cancha de superficie dura y cuyas dimensiones son similares a una de bádminton (unos 6 metros de ancho por 13 de largo aproximadamente). A ambos lados de la red -similar a la del tenis- se extiende una franja de unos dos metros, que delimitan una zona en la que está prohibido pegarle de volea. A su vez, cada lado de la cancha está dividido en dos cuadrados que marcan el área de saque, que se ejecuta sí o sí desde abajo hacia arriba. Y si bien combina habilidades de otros deportes de raqueta, como el tenis, el squash y el tenis de mesa, es bastante más fácil de aprender y dominar. En su simplicidad está la clave de su éxito, ya que lo hace accesible para personas de todas las edades.
“La curva de aprendizaje es mucho más corta que la del tenis o el paddle, sobre todo para personas de mayor edad. Al ser una cancha más chica, hay mucho menos desplazamiento. No hay que correr de un lado a otro, es más de tren superior. Es como un ping pong, pero en cancha”, describe Gonzalo desde Michigan.
Próximo lanzamiento
Actualmente, el proyecto de instalar el pickleball en Tucumán está en fase de difusión, aunque está previsto un evento de lanzamiento dentro de las próximas dos o tres semanas. “En el equipo de trabajo también están Federico Boscarino, Julieta Gambarte y Agustín Koch, aunque también cuento con el apoyo de amigos y familiares. Ahora estamos trabajando en varias cosas, como formar la Asociación Tucumana de Pickleball y armar la página web que abriremos en unos días. Aún no hemos definido dónde armaremos las canchas, pero por lo pronto ya he enviado a Tucumán redes, pelotas y raquetas para que la gente vaya jugando y familiarizándose con esta nueva disciplina”.
Reglas básicas del pickleball
- La pelota debe pasar la red hacia el campo contrario y caer dentro de los límites. Puede rebotar una vez antes de ser devuelta.
- Sólo el jugador o equipo que tiene el servicio puede marcar puntos. Gana el primero que llegue a 11, siempre que haya dos puntos de diferencia sobre el adversario. Eventualmente, también se juegan partidas de 15 o 21 puntos.
- Solo se permite un intento de saque. No existe repetición si la pelota toca la red antes de pasar a campo contrario.
- La mano se considera una extensión de la pala. Si la pelota toca en otra parte del cuerpo, el punto se pierde.