El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, descendió en la avenida General Paz, a la altura de avenida Alberdi, para intentar hablar con choferes de colectivos que protestaban por el asesinato de Daniel Barrientos, conductor de la línea 620. Aterrizó “sin dar aviso” a las autoridades de la ciudad de Buenos Aires, según informó un comunicado oficial del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, que destacó que a Berni lo “rescató” la Policía de la Ciudad.
Berni fue recibido con violencia por los manifestantes. Por las heridas que sufrió, fue atendido en el Hospital Churruca, el centro de salud de la Policía Federal Argentina (PFA). Además, fueron atendidos por el SAME ocho policías que estaban en la “primera línea de protección de Berni” y resultaron heridos. Para investigar los hechos se inició una causa por “atentado, resistencia y lesiones”, informó el comunicado del gobierno porteño.
Cómo fueron las agresiones
Tras bajar de un helicóptero en la General Paz, Berni se dirigió a pie hasta la zona de la protesta. En ese trayecto, fue interceptado, recibió golpes de puño y cayó al piso. Rápidamente, lo rodearon los colectiveros y quedó aprisionado contra una pared de un empalme de la avenida con una de sus colectoras. Con la espalda sobre una pintada de Fernando Espinoza firmada por la agrupación Los Búhos, continuó sufriendo agresiones verbales y físicas, rodeado de periodistas, policías y funcionarios como el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio.
Ante la gravedad de la situación, la Policía de la Ciudad retiró al ministro del lugar con un despliegue de efectivos que estaban en la zona custodiando la protesta, munidos de escudos y gases. Luego, se acercó un grupo especial de uniformados. El operativo policial había arrancado a las 9.45, con personal de la Comisaría Comunal 9.
Berni, que no se quería retirar del lugar, fue escoltado por los policías porteños, que lo rodearon y protegieron su cabeza con un casco. Lo llevaron hasta un auto de la fuerza capitalina, donde recibió las primeras curaciones. Después, fue trasladado al Hospital Churruca, perteneciente a la Policía Federal. Hubo ocho policías heridos.