Dos detenidos por el crimen del puestero del Mercofrut
Al ingresar en una de las viviendas, los efectivos encontraron a Facundo José Alejandro “Seso y Pollo” Lazarte (20 años) durmiendo sobre un colchón en el piso. El ruido de la puerta derribada lo despertó abruptamente y los uniformados lo rodearon rápidamente antes de que pudiera tomar una de las dos armas que habría dejado a mano. Así fue el procedimiento en el cual la Policía capturó en el barrio El Salvador al acusado del homicidio de Luis Granito (64 años), quien era puestero del Mercofrut. En esa casa se secuestró además una pistola, un revólver y un pantalón de Atlético que “Seso y Pollo” habría usado el día del crimen.
Una de las cosas que más le llamó la atención a los investigadores fue que Lazarte se había guarecido en la casa de otro acusado, Eduardo Antonio Coria (19 años), quien no estaba presente. Para la realización de los siete allanamientos que había solicitado el fiscal Carlos Sale, de la Fiscalía de Homicidios, la Policía había dispuesto de todas las divisiones de la Dirección General de Investigaciones (ex Brigada) y de dos equipos especializados del CERO. Los comisarios Diego Bernachi y Miguel Carabajal tomaron esos recaudos ante la posibilidad de que los sospechosos pudieran estar armados.
Luego de algunas averiguaciones, se ordenó realizar un octavo allanamiento en una finca de Santa Rosa de Leales. Allí un contingente de la Regional Este, encabezados por el comisario Raúl Herrera encontró a Coria que no ofreció resistencia. El jefe de Policía Julio Fernández supervisó los procedimientos.
Crimen del puestero del Mercofrut: investigan a una banda
Los investigadores constataron que “Seso y Pollo” además tenía una causa por abuso de armas y que el acusado, junto a otros jóvenes, compondría una banda que se dedicaba a cometer asaltos en el sur de la capital. “Es muy triste que haya testigos que saben quiénes son y no quieran declarar”, sintetizó un investigador, que entendió que ese silencio proviene del miedo que los vecinos y comerciantes tienen de estas bandas que -además- incluyen a menores de edad entre sus filas.
La Policía está tras los pasos de los demás integrantes del grupo que terminó con la vida de Granito. El comerciante tenía dos puestos de venta en el Mercofrut y una buena reputación con sus colegas, que lamentaron su muerte.
El jueves a las 22 aproximadamente, cuando la seguridad del mercado ya se retiraba, una banda de al menos cuatro jóvenes ingresó al predio y se dirigió al principal puesto de Granito. De manera temeraria sacaron unas armas y amenazaron a la víctima y a sus empleados para quitarles la recaudación del día. En ese contexto, uno de los agresores le disparó al comerciante y otro baleó al changarín César Monteros (24 años). Un policía que hacía trabajos adicionales dentro del predio, acudió a ese sector y se enfrentó con uno de los delincuentes, que finalmente escaparía. Los demás se dispersaron y, según las sospechas, luego salieron caminando por la puerta trasera del Mercofrut como si nada.
La esposa de Granito y los demás comerciantes auxiliaron a las víctimas, que fueron trasladadas al hospital Padilla. Allí se confirmó el fallecimiento del puestero y se asistió a Monteros, que había sido alcanzado por un proyectil en la pierna. El joven ya fue dado de alta.
Si bien varios trabajadores del Mercofrut le indicaron a LA GACETA que entendían que se trató de una entregada y de un hecho bien planificado, los investigadores encontraron indicios para sospechar que el hecho no fue tan bien estudiado. “La mayoría de los sospechosos son adictos que cometen asaltos para ir a comprar luego droga. No está claro por ahora si habían elegido a la víctima o si el hecho le podía haber pasado a cualquiera de los comerciantes”, sintetizó uno de los investigadores que trabaja en el caso.
La investigación continúan con la recolección de testimonios y la búsqueda de cámaras que puedan haber captado más detalles.