"La situación actual en las panaderías de Tucumán es muy delicada", advirtió Pablo Albertus, presidente del Centro de Industriales Panaderos, al confirmar que 40 locales debieron cerrar sus puertas en la provincia en los primeros tres meses del año.
El empresario explicó que esto se debe a "los altos costos que hay de producción, ya que las materias primas se incrementaron casi 30% en lo que va de 2023".
Estos constantes aumentos, que encarecieron el pan, trajeron como consecuencia una caída en las ventas que rondan el 28%, comparado con marzo del año pasado.
Otro costo que golpeó al sector es el de la electricidad. Según apuntó Albertus, "una panadería promedio, con cuatro empleados, paga una tarifa de entre $ 140.000 y $ 180.000".
"Las condiciones del factor climático, este aletargamiento del verano, también hizo caer las ventas en de nuestros productos. Y no hay que dejar de lado la alta presión tributaria, las renegociaciones locatarias, la alta clandestinidad del sector informal de las panaderías y los índices de inflación", enumeró el empresario.