El pasado lunes Audrey Hale, una mujer de 28 años ingresó a la Escuela Covenant de Nashville y acabó con la vida de tres niños y tres adultos de la institución. Minutos antes del ataque, Hale envió mensajes a una de sus amigas despidiéndose y advirtiéndole que escucharía sobre ella en las noticias.
A minutos de haber recibido el aviso, el Departamento de Policía de Nashville se hizo presente en la escuela y mató a la mujer que continuaba disparando desde una ventana del primer piso. Se hicieron requisas en su hogar y en su vehículo y encontraron armas, municiones y anotaciones en la que explicaba todo lo planeado. Ayer se publicaron, además, capturas de pantalla de los mensajes enviados a su amiga momentos antes del ataque.
El contenido de los mensajes
Averianna Patton, la joven que recibió los mensajes previos a la masacre, era compañera del equipo de basquet de la secundaria de Hale. Cuando se enteró sobre el ataque, entró a su cuenta de Instagram y se encontró con las declaraciones de la atacante, que fueron compartidas con el medio NewsChannel 5.
"Estoy intentando de ordenar esto en mi cabeza, cómo estoy involucrada, cómo me enviaron los mensajes; tengo muchísimas dudas y las estoy poniendo todas en mano de dios", dijo Patton.
"Basicamente, la publicación que hice aquí sobre vos era una nota de suicidio. Planeo morir hoy, ¡no es una broma!", inicia la conversación. "Probablemente escucharás de mi en las noticias después que muera", advirtió Audrey Hale. A continuación, agregó "este es mi último adiós, te quiero, te veo en otra vida".
El mensaje de respuesta de Patton buscó dar esperanzas a quien se convertiría en la asesina de seis personas. "Audrey, tenés mucha vida por vivir, ruego a Dios que te cuide y resguarde".
El mensaje de despedida
Las últimas líneas de texto de la atacante fueron definitivos: "Lo siento, no estoy intentando molestarte u obtener tu atención, solo necesito morir. Quería decírtelo primero porque sos la persona más hermosa que conocí jamás en toda mi vida", cerró Hale.
Según John Drake, jefe de Policía, la matanza fue producto de un desorden emocional de la joven mujer que, si bien era una persona con autismo, se encontraba bajo controles médicos.