Esta tarde el Gobierno anunciará la implementación de un nuevo tipo de cambio diferenciado para el campo, luego de arduas negociaciones entre Economía y el sector respecto de qué mecanismo se implementaría para generar una mejorar la competitividad del sector a la hora de exportar.
Apremiado por la sequía, y respaldado en el renovado apoyo de la Casa Blanca a la Argentina, el ministro de Economía, Sergio Massa, ultima una ofensiva para sumar dólares y fortalecer las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) con el fin de garantizar la estabilidad de la economía a lo largo del año electoral. El plan del Palacio de Hacienda tiene tres pilares: un nuevo programa para alentar las exportaciones agroindustriales y de las economías regionales –un dólar agro, heredero del dólar soja–, una simplificación del régimen impositivo que toca las importaciones y el turismo para unificar los llamados dólar “Coldplay”, “Qatar” o “Tecno” y una ampliación de los préstamos con organismos multilaterales. Las medidas serían anunciadas el lunes.
El nuevo régimen para alentar exportaciones será temporal. Durará 90 días para productos de las economías regionales como maní, arroz o el vino, y 30 días para la soja. Para evitar un impacto en la inflación, los productos incluidos dentro del nuevo esquema que se consuman en el país irían acompañados de un acuerdo con las cámaras empresariales que participan de la negociación.
Con este nuevo programa, el Ministerio de Economía espera que se liquiden alrededor de US$15.000 millones en exportaciones hasta octubre.
“El desafío es impulsar esta medida para fortalecer en el segundo trimestre las reservas y continuar el camino de estabilización que tiene que recorrer la Argentina”, dijo Massa. “La sequía nos golpeó muy fuerte. Lo asume el Fondo, lo asumen todos aquellos que entienden el peso que tiene el sector agroexportador en la economía argentina, y creemos que así como tomamos medidas para proteger y ayudar con beneficios impositivos a los productores que fueron víctimas de la sequía, también tomamos medidas para promover las exportaciones y consolidar al agro en la posibilidad de cumplir sus contratos y al Banco Central en la posibilidad de fortalecer las reservas”, indicó.
El nuevo dólar “agro” se discutió con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI), que si bien nunca terminó de digerir el dólar “soja” –el organismo rechaza la implementación de tipos de cambio múltiples– terminó avalándolo ante las dificultades para sumar reservas a las arcas del Banco Central, ahora agravadas por la sequía.
Para el Fondo, la acumulación de reservas es de vital importancia porque con esos recursos el Gobierno luego debería pagar la deuda vigente con el organismo.