La pérdida de audición, en los niños, es un gran problema de salud que tiene grandes consecuencias a nivel académico, emocional y social. El acceso a estudios para diagnosticar posibles cuadros auditivos es, entonces, imprescindible desde la primera infancia. Bajo esta premisa, ayer se realizó el primer encuentro presencial de referentes del Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusis, que tuvo por objetivo analizar y fortalecer las estrategias para garantizar el acceso de todo recién nacido al estudio temprano de su capacidad auditiva y al tratamiento oportuno si lo necesita.
Según indicó la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, existe un gran avance en esta temática, y llamó a trabajar “para disminuir las barreras y que esos implantes y dispositivos lleguen a muchísimos más chicas y chicos”. En la Argentina, la Ley Nº 25.415 de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia y sus normas reglamentarias establecen que todo niño o niña tiene derecho a que se estudie tempranamente su capacidad auditiva (Pesquisa Neonatal Auditiva) y a que se le brinde tratamiento en forma oportuna si fuera necesario.
El objetivo de esta detección es lograr el tratamiento precoz de la hipoacusia, sobre todo en la etapa prelocutiva, que abarca los primeros dos años de vida. Y como según estudios epidemiológicos la pérdida de audición en recién nacidos se presenta entre tres a cinco por cada 1.000 nacimientos, se hace importante trabajar en el fortalecimiento de esa pesquisa neonatal.
Razones y medidas
La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el parto, algunas enfermedades infecciosas, infecciones crónicas del oído, el empleo de determinados fármacos, la exposición al ruido excesivo y el envejecimiento.
Algunas estrategias de prevención para evitar daños en la audición consisten en realizar el tamizaje auditivo a los recién nacidos, vacunar a los niños contra las enfermedades de la infancia, realizar los controles durante el embarazo, evitar el uso de medicamentos que puedan ser nocivos para la audición y consultar al equipo de salud ante signos de alarma. A su vez, es importante también evitar sonidos fuertes e intensos y utilizar protección auditiva en entornos laborales ruidosos.