El ministro de Economía, Sergio Massa, ayer se reunió con el presidente del BID, Ilan Goldfajn, en las instalaciones del banco en Washington para planificar el cronograma de desembolsos de créditos del primer semestre. El préstamo que comenzó hoy es el primero de la lista.
El nuevo crédito "pretende reforzar la capacidad de gestión institucional de aspectos como los asentamientos informales para impedir el crecimiento de estos o la formación de otros nuevos".
Según el BID, un 45% de los barrios populares se localizan en áreas expuestas a riesgo ambiental. Es por esto que el préstamo está orientado al desarrollo de sistemas de procesamiento de la información de vulnerabilidad climática y obras de mejora de vivienda en hogares vulnerables con criterios de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental.
Además, se crearán soluciones habitacionales con enfoque de género y se mejorarán las conexiones a los servicios públicos.
El crédito del BID tiene un periodo de amortización de 25 años y un periodo de gracia de 5 años.
A mediados de marzo, el ministro en la Asamblea del BID que "aspiramos en el 2023 a superar el ritmo de desembolsos y estamos negociando una serie de líneas de créditos adicionales, tal vez la más importante con el BID, relacionada con la sequía".
Massa y Goldfajn también dialogaron sobre la importancia de los bancos de desarrollo para la implementación de proyectos estratégicos que permitan un mayor desarrollo económico y social en la región.
Durante 2022, los desembolsos del BID a la Argentina alcanzaron los US$ 2.440 millones, precisaron fuentes del organismo.