Eran adultos jóvenes, dos de ellos con comorbilidades. Se contagiaron y, en pocos días, sus cuadros se agravaron de tal forma que no pudieron salvarse. Los tres tucumanos que perdieron la vida por dengue en la última semana encendieron las alarmas. Los médicos que trabajan en los hospitales y centros asistenciales están desbordados de consultas. Y están viendo cada vez más casos severos de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Los pacientes manifiestan más dolor en el cuerpo, y hay muchos cuadros de deshidratación y hemorrágicos.
¿Qué explicación tiene la situación actual del dengue en Tucumán? Una respuesta está relacionada con el tipo de virus que está circulando: el DEN 2 es el serotipo que con mayor frecuencia produce casos severos, explica Tomás Orduna, reconocido médico infectólogo, especialista en patologías regionales y medicina tropical.
El dengue tiene cuatro serotipos, del DEN 1 al DEN 4. Todos los serotipos pueden causar enfermedad grave, pero algunas variantes tienen un potencial epidémico mayor y también son más virulentas. “Se ha demostrado que hay un porcentaje más elevado de cuadros graves en la primera infección con DEN 2 que con los otros serotipos”, aclara el especialista en una entrevista con LA GACETA.
El panorama es bien complicado, pero según los médicos, parecería ser que las formas graves que se están viendo y los casos fatales no tienen relación directa con el riesgo de infección previa de dengue. Recordemos que en 2020 circularon en Tucumán el DEN 1 y el DEN 4.
Orduna señaló que cuando las personas ya tuvieron la enfermedad y se contagian por segunda vez, la reinfección es un factor de riesgo de dengue grave, aunque no es el único. En estos casos -explicó- el sistema inmunológico puede generar una respuesta exagerada que perjudique al organismo. “Es como una mala forma de defenderse”, remarcó.
Teniendo en cuenta el contexto actual de la epidemia y el tipo de DEN que está circulando, le preguntamos al médico qué es lo más importante en la atención ante los casos severos. La clave, según dijo, está en adelantarse al cuadro grave. “¿Cómo se logra esto? Con un adecuado triage de pacientes para ver cuáles quiénes pueden ser enviados a su domicilio y cuáles pueden presentar signos de alarma, quiénes deben quedar internados. Hay que advertir, además, a los pacientes y sus familias ante qué síntomas de alarma deben volver cuanto antes a un centro de salud. Reconocer precozmente los signos que anuncian la gravedad y evitar la progresión de la enfermedad hacia un cuadro severo es fundamental”, explicó.
Esos síntomas de alarma, según describió, son: dolor abdominal permanente e intenso, vómitos, tendencia a la baja presión, trastornos sensoriales (irritabilidad) y sangrado de las mucosas.
- Se cree que esta epidemia superará ampliamente en cantidad de casos a las anteriores, ¿significa que no hicimos las cosas bien?
- Algo no hicimos bien. Hay que buscar qué pasó en el invierno y en la primavera, que era el momento de trabajar para controlar el mosquito. No hicimos lo necesario; la cantidad de casos que hay hoy es el reflejo de que hay muchísimos mosquitos. Esto va a ser cada vez peor si no logramos concientizar a las autoridades y a la comunidad; se corre el riesgo de tener dengue todos los años. Les ha pasado a muchas regiones, que tenían brotes esporádicos y que ahora padecen la enfermedad anualmente.
- ¿Alcanza con eliminar los recipientes con agua que tenemos en las casas?
- No sirve la acción individual o poner el foco en la tapita de gaseosa. Si hoy tenemos tantos mosquitos es porque hay muchos recipientes donde se está reproduciendo el Aedes. El trabajo debe ser colectivo y tener en cuenta cuestiones de la modernidad que atentan contra la prevención; por ejemplo, la cantidad de residuos plásticos que tiramos y que sirven al mosquito para criarse. El Estado debe llevar adelante una tarea brutal de higiene urbana para destruir criaderos. Y en los barrios, la organización de los vecinos es fundamental para que todos participen en la limpieza de sus casas.
- ¿Se puede esperar que tengamos pronto una vacuna?
- Si. Está en trámite la aprobación en el país la vacuna Takeda (la desarrolló una empresa japonesa y ya fue autorizada por la Unión Europea). Este avance sería muy importante, aunque esta vacuna es solo una herramienta más en la lucha contra el dengue. Hay que seguir con la tareas de saneamiento ambiental y control del mosquito, ya que este también transmite otras enfermedades como el Zika y Chikungunya.
El brote: ya se reportaron cerca de 6.500 casos
Un total de 80 pacientes se encuentra internado en distintos centros de salud de la provincia porque presenta cuadros graves de dengue, informó el Ministerio de Salud. Hasta ayer, se habían reportado alrededor de 6.500 casos de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. La población más expuesta son los adultos jóvenes, dijeron las autoridades. Se espera un aumento de casos para las próximas semanas y, como consecuencia, podrían también registrarse más pacientes graves. Hasta el momento, el Siprosa notificó tres muertes por dengue. Una comparación con la epidemia de 2020 (en la que se notificaron un total de 8.759 casos) permite ver que la última semana de abril y la primera de mayo fueron las que registraron un mayor de contagios. Ese año, se reportaron casos hasta el mes de junio y hubo cuatro fallecidos por la enfermedad.
Circulación comunitaria del virus
Capital: departamento completo.
Lules: departamento completo.
Tafí Viejo: departamento completo.
Yerba Buena: departamento completo.
Cruz Alta: Alderetes, Banda del Río Salí, Lastenia, Colombres, Delfín Gallo y La Florida.
Los signos de alarma salvan vidas
Sangrado de mucosas: encías y nariz.
Dolor abdominal intenso y contínuo.
Vómitos persistentes y derrame seroso.
Descenso de la presión.
Somnolencia o confusión, irritabilidad.