Por Bruno Farano
28 Marzo 2023
LOCOS POR MESSI. El rostro del capitán argentino se replicó por todos lados y en toda clase de formas: desde máscaras hasta banderas, pancartas y cuadros. La Gaceta / fotos de Franco Vera
Por estos días, la fiebre por la Selección se apoderó de Santiago del Estero. La ciudad parece estar sitiada y a sus ciudadanos no parece importarles otra cosa. Todos viven y piensan en pos de la visita del seleccionado a la “Madre de Ciudades”. El celeste y blanco luce en cada rincón; hay banderas, gorros y muchas camisetas. Y en la previa de la llegada del plantel desde Asunción, la ansiedad por ver de cerca a los campeones del mundo, especialmente a Lionel Messi, fue creciendo minuto a minuto.
“Messi significa todo para mí. Falté a la escuela para venir porque él es más importante. Si lo veo, le digo que me adopte”, reconoció sin tapujos Lisandro, estudiante de primer año.
Tomás también compartió lo que le diría al capitán argentino si tuviese la posibilidad: “le agradecería por todo lo que hizo. Por no haberse rendido, por haberse bancado tantas finales perdidas y seguir intentando. Al final lo logró, pudo cumplir su sueño. Lo amo”.
Igual, no todo pasa por “Leo”: Emiliano Martínez y Julián Álvarez también se llevaron su tajada en las preferencias del público que esperaba ansioso detrás de las vallas ubicadas frente a la puerta del hotel donde la Selección iba a pasar la noche.
“Llegamos temprano y nos instalamos acápara tratar de tener una foto de los jugadores”, le contó a LA GACETA un grupo de jóvenes aferrado a la valla, cuando quedaban todavía varias horas de espera por delante.
El movimiento fue incesante a lo largo de la jornada. Varias camionetas de la Policía recorrieron las callen por las que iba a transitar el ómnibus con los futbolistas, tratando de despejar el camino para cuando el avión con la delegación argentina aterrizara en el aeropuerto “Vicecomodoro Ángel de la Paz Aragonés”.
La llegada de la Selección no sólo movilizó a los fanáticos. También se trata de una oportunidad única para que muchos puedan “hacer su América”. “Me vine desde Salta para vender todo el cotillón relacionado a la Selección”, contó Marcos Becce, mientras ofrecía gorritos, banderas y pelucas; todo celeste y blanco y al mismo precio. “Todo por mil pesitos”, se reía con ganas y una expectativa enorme.
Locura en Santiago por la Selección
Pero si bien el movimiento no fue de locos, en Santiago está todo colapsado. No hay vacantes en alojamiento y los locales gastronómicos esperan trabajar a destajo durante la estadía de la Scaloneta en la ciudad.
“Cuando se dan este tipo de eventos, la demanda es muy grande; y eso es algo muy beneficioso para todo el comercio”, señaló Santiago Seleme, propietario de varios locales gastronómicos, dejando en claro que el de hoy será un martes de locos. “Acá todos piensan que no se va a poder caminar por las calles o que será difícil encontrar un lugar donde almorzar o cenar. Hay cierta ‘preocupación’ en ese sentido”, sentencia.
La expectativa va en aumento en la capital santiagueña. Tener cerca a los campeones no es cosa de todos los días, por eso el ciudadano común parece haberse olvidado por un rato de sus obligaciones y sólo piensa en disfrutar de tener a los campeones del mundo en casa.
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