“No tengo ninguna condena en mi contra”, señaló desafiante Miguel “Gata” Lizárraga, el hombre que puede recibir una condena de 23 años por ser el supuesto líder de una banda que se dedicaba a cometer “escruches”.
“La primera vez que lo detuvimos fue en el año 1981. Era muy joven, no llegaba a los 20 años. Se lo detuvo por integrar una banda que se dedicaba a cometer ‘escruches’ en Yerba Buena”, indicó el ex comisario Marcial Escobar. “Él se dedicaba a cometer esos delitos, pero con el correr de los años fue perfeccionándose y ganando en valor. Recuerdo que después se dedicó a los asaltos”, agregó el investigador.
El nombre de “Gata” Lizárraga se hizo más conocido en marzo de 1986. Cuando estaba alojado en el penal de Villa Urquiza, junto a Enrique “Prode” Correa, fingieron estar enfermos. Los trasladaron al hospital Padilla para que los atendieran. En el centro asistencial, dieron un golpe comando y se escaparon. En la puerta los esperaba el resto de la banda.
El plan de fuga fue un desastre. El 22 de marzo, un policía le avisó al ex comisario Mario Oscar “Malevo” Ferreyra que la banda se había ocultado en el lugar. Él y sus hombres, que luego integrarían el tristemente célebre “Comando Atila”, detuvieron a “Prode” y al dueño de casa. A los pocos minutos se entregó José “Boleta” Gómez. Lograron escapar “La Gata”, Rolando “Rulo” Elías y Víctor “Mocho” González, que perdería la vida en un supuesto enfrentamiento con los investigadores. A Correa todos lo vieron con vida, pero después fue abatido cuando intentaba escaparse, con las esposas puestas por la espalda y descalzo.
“Lizárraga siempre se caracterizó por ser un gran armador de bandas. Reunía a los mejores de todos lados”, explicó Escobar. Cuando se escapó de Tucumán porque era buscado por los Atila, se habría asociado con Luis “El Gordo” Valor, otro peso pesado del hampa nacional. El asaltante, en su biografía, escribió que había que planeado con “colegas” tucumanos eliminar al “Malevo”. Uno de ellos habría sido Lizárraga.
El sospechoso de 60 años, se radicó en Córdoba, donde dijo, se dedicaba a la actividad comercial. Fuentes judiciales y policiales confirmaron que fue investigado hasta por la Interpol, ya que su nombre fue mencionado en millonarios robos cometidos en España, Francia, Italia y Brasil, donde sí estuvo detenido.
Se sospecha que formaba parte del grupo que cometió varios robos en los countries del Nordelta de Buenos Aires, aunque nunca fue imputado por esos hechos. La banda, cuyos integrantes se hacían pasar por empresarios exitosos, alquilaba casas para hacer tareas de inteligencia y luego desvalijaba las viviendas vecinas. El técnico Ramón Díaz y la esposa de Diego “Cholo” Simeone fueron algunas de sus víctimas.