La empresa británica de productos farmacéuticos GSK anunció el lanzamiento de su vacuna para la prevención del Herpes Zóster, una enfermedad causada por la reactivación del Virus Varicela Zóster (VVZ), el mismo que genera la varicela.
Según la empresa, el 90% de los adultos han padecido varicela en algún momento de sus vidas y, por lo tanto, están en riesgo de desarrollar Herpes Zóster.
María Seoane, directora Médica de Argentina y Uruguay, se refirió a los peligros de la enfermedad y las posibles soluciones de la vacuna: “El Herpes Zóster es una enfermedad que puede provocar un dolor muy intenso. La vacuna se ha diseñado para potenciar la respuesta inmune frente al virus en personas de 50 años o más o en aquellas mayores de 18 años que se encuentren inmunocomprometidas”.
En cuanto a los síntomas, las personas con Herpes Zóster presentan picazón, dolor, hormigueo, sensación molesta o sensibilidad al tacto en el tórax, el abdomen o el rostro. Luego, la enfermedad entra en una fase aguda con erupción cutánea y ampollas en las zonas afectadas, acompañadas de un dolor agudo. A los 10 días, las vesículas se convierten en costras que, normalmente, duran entre 2 y 4 semanas.
Quiénes pueden acceder a la vacuna
En Argentina, la vacuna contra el Herpes Zóster está disponible para mayores de 50 años y mayores de 18 años que presenten un riesgo incrementado incrementando de padecer Herpes Zóster, como aquellos que se encuentran inmunocomprometidos.
La vacuna supone un avance en materia de salud si se tiene en cuenta los números de la enfermedad en el país: 1 de cada 3 personas desarrollará Herpes Zóster a lo largo de su vida; el riesgo de padecer la enfermedad aumenta de los 40 a los 50 años y continúa aumentando cada año.
Representa, además, una vacuna necesaria para las personas mayores, ya que a los 85 años, el riesgo de desarrollar Herpes Zóster aumenta a 1 de cada 2 personas.
En cuanto a la eficacia, se estima que la vacuna posee un 90% desde el momento de la vacunación y hasta al menos 10 años después. Inicialmente fue aprobada en Estados Unidos y Canadá en 2017 y, tiempo después, llegó a más de 40 países.