Por Nicolás Sánchez Picón
23 Marzo 2023
Dan vuelta todos los contenedores que ven, encienden espirales todo el día, se resguardan en espacios fríos, queman lo que encuentran para “ahuyentar” y gastan lo que tienen (y hasta lo que no tienen) en repelentes. Pero no es suficiente: el “bicho” está en todos lados. En las calles, no podés caminar 100 metros sin enterarte de que otro vecino “lo está padeciendo”. Pequeños y grandes viven y sobreviven al mosquito del Aedes aegypti: en el barrio ex Ingenio Amalia ya no saben qué hacer para combatir el dengue. Además, viven con mucha preocupación porque -dicen los vecinos, las autoridades lo dudan- este brote ya se ha cobrado una vida.
De unos días a esta parte, el número de infectados creció con mucha rapidez y de manera sostenida: del barrio hay cerca de una centena de internados. Según informaron fuentes del sistema de salud provincial, en Tucumán ya se han registrado más de 3.500 casos de dengue, y los lugares más complicados son el Gran San Miguel de Tucumán, todo el departamento de Lules y seis ciudades de Cruz Alta. Por eso se están realizando diversas acciones para control focal y bloqueo del mosquito en todo el territorio: ayer, por ejemplo, el Ministerio de Salud Pública (MSP) realizó un operativo en las cercanías del CAPS Villalonga, en la zona del barrio 11 de Marzo, ya que hubo varias sospechas de dengue. Una de ellas fue la de Sonia de los Ángeles Ramírez (52 años, del barrio ex Ingenio Amalia). Cuando empezó con los síntomas, se acercó al centro de atención y le pidieron la realización del estudio para confirmar la enfermedad. Nunca llegó a hacerlo, pero sus familiares están seguros -dijo su hijo a LA GACETA- de que lo tenía.
“Todos los vecinos han tenido dengue. Yo tuve en 2020 y me tiró dos semanas en cama, con fiebre altísima, sin hambre y con mucho dolor. Mi mamá empezó a levantar temperatura el martes; decía que se sentía mal. Yo pensé que era un golpe de calor, pero más tarde me di cuenta de que era dengue. Tenía los mismos síntomas que tuve yo, que tuvieron mis vecinos -relató su hijo Facundo Reyes Nieva-; el miércoles en el CAPS le dijeron que era sospecha de dengue. La mandaron a hacerse el estudio para confirmar, pero al otro día empezó con dolores más fuertes y no se lo quiso hacer”. Con el pasar de las horas, la mujer sólo empeoró: no comía, le dolían los ojos, tenía comezón y fuertes puntadas en las extremidades. Finalmente falleció en la madrugada del lunes 20.
Dengue: qué dicen las autoridades de Tucumán
Al ser consultado por LA GACETA, el ministro de Salud Luis Medina Ruiz indicó -el martes- que la paciente ingresó al hospital con paro cardiorrespiratorio y que no tenía diagnóstico de dengue ni “por laboratorio ni por nexo epidemiológico”. Lo cierto es que los vecinos están intranquilos: por debajo de algunas casas pasa un canal con agua estancada.
“Estoy muy asustada, porque es impresionante la cantidad de mosquitos que hay, mucho más que otros años. Y eso que siempre somos zona roja de dengue. No sé hasta cuándo vamos a aguantar”, dijo Mariela Rosalía Ossán. En la misma línea opinó Nancy Abregú. “Mi mamá tiene 90 años y está con fiebre desde anoche. No la podemos sacar de casa; mi nieto está con dermatitis y yo estoy en peligro porque ya he tenido dengue, y dicen que si te vuelve a agarrar puede ser fatal. Así como hemos perdido a Sonia vamos a perder a mucha gente si no se hace algo para eliminarlo”, reflexionó.
Ayer hubo también largas filas de pacientes en algunos centros de salud. Es que este aumento de casos se ha reflejado en la concurrencia a los centros de salud, en la capital y en otros municipios. LG Play visitó ayer la policlínica Villalonga y los vecinos mostraron su intranquilidad. “Es imposible evitar que el bicho te pique; no sabemos cómo hacer para que se solucione el problema este -indicó Silvina Cuéllar, del barrio Ampliación Miguel Lillo 2-; la mayoría de los integrantes de las familias están con esa enfermedad”. La vecina, que vive a pocos metros de un tramo del Canal Sur, llegó a la clínica con su pequeña hija, que había empezado a convulsionar. Su hermana también había sufrido hemorragias. “Empezaron ayer con los síntomas y están muy mal”, aseguró. Para colmo de males, el médico del CAPS dio positivo de dengue y se tuvo que retirar. Evidentemente, la preocupación está fundada. Y también crece día a día: en las últimas jornadas aumentó la demanda de repelentes en las farmacias.
Sanar el ambiente para combatir al dengue
Lo que sucede en las cercanías del canal es sólo una muestra de lo que pasa en diferentes puntos de la provincia. Según indicó en el programa “Panorama Tucumano” Leandro Medina, jefe de control de vectores de la Dirección Provincial de Salud (Siprosa), estaríamos frente a una epidemia, porque “hay un registro muy alto de personas infectadas en una misma región”. En el mismo programa de LA GACETA estuvo Giselle Rodriguez, investigadora del Instituto Superior de Entomología de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) que dijo que la forma de terminar con el dengue es “combatir”. Pero combatir nuestras costumbres. “Lo que va generando la proliferación y la mayor abundancia de este mosquito tiene que ver con nuestra cultura y con nuestras costumbres, con todos los recursos que vamos dejando para que el mosquito se establezca cerca de casa”, explicó.
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