La inflación volvió a acelerarse en Reino Unido y alcanzó su nivel más alto en 45 años. La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) informó hoy que se ubicó en el 10,4 %, frente al 10,1 % de enero.
El organismo explicó que los precios de los alimentos se incrementaron un 18,2% ese mes, influenciados por condiciones meteorológicas extremas en España y el norte de África, que afectaron a las cosechas y por los altos precios de la energía.
Asimismo, los precios de la ropa, principalmente para niños y mujeres, también contribuyeron a la inesperada cifra de inflación.
Estos datos llegan justo antes de que el Banco de Inglaterra (BOE) decida si aumenta, baja o mantiene los tipos de interés en un contexto de temores sobre la estabilidad financiera mundial tras la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos a principios de este mes y el rescate de fin de semana del prestamista suizo Credit Suisse.
Los altos precios de los alimentos tienen un impacto especialmente duro para los hogares con menores ingresos, lo que significa que los cambios en las tasas de interés pueden ser especialmente significativos para aquellos que más lo necesitan.
Esta es una preocupación compartida por muchos expertos económicos, que creen que el Banco de Inglaterra debe tener en cuenta que un aumento de los tipos de interés afectaría a aquellos que están en situación financiera vulnerable.