Credit Suisse y UBS podrían beneficiarse de más de U$S 280.000 millones en ayudas del Estado y del Banco Central, un tercio del Producto Interno Bruto del país, como parte de su fusión para proteger a Suiza de las turbulencias financieras mundiales, muestran documentos que esbozan los términos del acuerdo.
Las autoridades suizas anunciaron el domingo que el banco UBS acordó comprar a su rival Credit Suisse en una fusión de emergencia destinada a evitar más turbulencias en los mercados de la banca mundial.
UBS afirmó que pagaría U$S 3.200 millones por Credit Suisse, de 167 años de antigüedad, mientras que el Gobierno sostuvo que UBS también asumiría los primeros U$S 5.400 millones en pérdidas por la venta de derivados y otros activos de riesgo.
Sin embargo, el acuerdo implica un gran apoyo público, con tres tramos de liquidez y préstamos, así como el compromiso del Gobierno suizo de absorber hasta 9.000 millones de francos en pérdidas potenciales de la adquisición.
El total de 259.000 millones de francos de apoyo equivale a un tercio de toda la producción económica de Suiza, que ascendió a 771.000 millones de francos el año pasado.
"El Gobierno va a tener que explicar a los votantes por qué arriesga el dinero de los ciudadanos, el dinero de los contribuyentes, para rescatar a un banco que prestaba servicios sobre todo a los más ricos, que hacía cosas extraordinarias con su banco de inversión y que pagaba a la gente cantidades disparatadas de dinero en relación con lo que cobra el ciudadano de a pie", dijo a Reuters un antiguo director general de un banco mundial, que no quiso ser identificado.