La gran victoria de Sergio Pérez en el Gran Premio de Arabia Saudita, la segunda fecha del calendario de la Fórmula 1, no hace más que consolidar la sensación previa al inicio de la temporada: será muy difícil que alguna escudería le siga el paso a Red Bull. El triunfo del mexicano se completó con el segundo lugar de su compañero Max Verstappen, que llegó a remontar más de una decena de posiciones y luchó por el primer puesto hasta el final. Otro 1-2 para Red Bull, al igual que en la primera fecha, el GP de Baréin.
De todos modos, el neerlandés sumó un punto extra por el récord de vuelta, por lo que sigue siendo el único líder de la clasificación con 44 unidades. Con 43 está el piloto de Jalisco, luego de su quinto triunfo en la máxima categoría. Y aunque el protagonismo a los ojos de la escudería le corresponde a “Mad Max”, Pérez no se resigna a ser siempre el segundo en la consideración. De hecho, mientras el resto de los equipos debe preocuparse por cómo hacer para seguirle el ritmo a Red Bull, en la escudería de la bebida energizante deben lidiar con las tensiones internas de sus pilotos.
La otra historia de la segunda carrera del año fue el podio número 100 de Fernando Alonso en la categoría, que luego le fuera arrebatado por una penalización de 10 segundos. Esto se debió a una falla de su equipo (Aston Martin) cuando cumplía una sanción de cinco segundos, por un error en la salida. El español, que ya había celebrado junto a Pérez y a Verstappen, reconoció la infracción pero reclamó la tardanza de la FIA en comunicar la sanción. Finalmente, las autoridades le devolvieron el tercer puesto, que había quedado en manos de George Russell.
El que sigue torcido es Ferrari, con Carlos Sainz Jr. (6°) y Charles Leclerc (7°) lejos de los Red Bull en Arabia Saudita.
La próxima cita del calendario será el Gran Premio de Australia, que se correrá el 2 de abril en el circuito de Albert Park.